Nosotros en la noche
Kent Haruf
Literatura Random House, 2017, 129 páginas.
Por: Sebastián Novajas
Louis Waters y Addie Moore dos ancianos entrañables. De la última obra del autor antes de morir, escrita, corregida y enviada al editor para luego fenecer. Escritor norteamericano poco conocido por estos lados y con una serie de novelas ambientadas principalmente en el Estado de Colorado.
La novela es muy breve, pero eso es suficiente para crear la historia de estos dos personajes solitarios que viven en la misma cuadra. Vecinos durante años y ambos viudos. Franqueando la soledad de la vejez como pueden.
Tiene una estructura lineal (principalmente) y con intervalos de recuerdos de ambos. Narrada en una tercera persona muy amena. Propia, quizá de los personajes que la componen. Una serenidad, que podría ser representativa de esa ya tan avanzada edad que siempre se ve tan lejana.
La historia tampoco esconde grandes verdades. Su mayor sorpresa ocurre al principio y que es precisamente el detonante de la novela. Addie enviuda y después de unos años sola, sin querer volver a tener una relación busca a alguien que le haga compañía; tan solo eso y no haya mejor candidato que su vecino Waters, también viudo desde mucho antes que ella. Le propone vivir juntos, pero no es un vivir juntos cualquiera, sino que cada uno manteniendo sus vidas ya resueltas, pero haciéndose compañía. Con él en la casa de ella durante las noches para conversar y dormir. Antes de continuar debo dejar claro que no es una historia de amor. Es más que eso; es una historia de fraternidad. De la búsqueda de una compañía para pasar los últimos días de vida esquivando la soledad y no caer en el completo abandono. Una vez que comienzan con este ritual de pasar las noches juntos, se comienzan a conocer y a compartir cada vez más cosas. Comenzando por recuerdos hasta llegar a paseos y almuerzo familiares. Lamentablemente una historia tan conmovedora como esta no podía terminar completamente bien. Entre medio aparecen los hijos de cada matrimonio oponiéndose a este experimento de convivencia entre viejos. No lo entienden y no entenderán, no lo harán porque ellos todavía no llegan a la edad del ocaso, y cuando les toque a ellos será demasiado tarde para arrepentimientos.
Es una historia sencilla de capítulos breves y trama sin grandes sobresaltos y con muchos diálogos que le dan la agilidad suficiente para que no decaiga. Es la historia perfecta para no olvidar a nuestros abuelos.