Entrevista Montaje: Jorge Núñez editor de Los Libros de la Mujer Rota

Jorge Núñez Riquelme (Santiago, 1989). Es editor en Los Libros de la Mujer Rota. Tradujo los libros Nadie sabe por qué estamos aquí de Tao Lin (Los Libros de la Mujer Rota, 2015) y Cuán paranoico puedo volverme esta noche de Noah Cicero (Los Libros de la Mujer Rota, 2016). Cofundador del proyecto de difusión del libro y la lectura Espacio Rombo. Cofundador y editor general en Revista Origami. Diplomado en Gestión editorial en Universidad de Santiago de Chile. Cursa la carrera Literatura Creativa en la Universidad Diego Portales.

 

Estamos en medio de una Pandemia ¿Cómo han podido salir a flote las editoriales?

Siento que tanto las librerías como las editoriales estamos en un proceso súper complejo. El Ministerio de Educación no ha podido dar con soluciones suficientes para poder palear esta crisis, que ha dejado a flote a algunos pero ha dejado ahogar a otros.

Tú como editor, ¿Cómo ves el comportamiento de los escritores y los nuevos títulos en este periodo?

En esta Pandemia han salido muchos libros de no-ficción y otros de ficción. Desde antes de la Pandemia es un momento muy importante para quienes escriben libros de difusión científica, lo que es muy positivo porque aterrizan algo tan complejo como la ciencia a un lenguaje más simple. Zizek, Gomerov, Óscar Contardo que en Chile escribió un libro sobre el Estallido Social. En el fondo hay una inquietud hacia el presente, que yo lo encuentro muy sano es importante que las cosas que suceden se escriban, hay gente que dice que es muy pronto que se yo, encuentro que si uno hace bien y escribe bien sobre el presente es un aporte.

¿Crees que promueve la escritura el contexto que nos tocó como generación? Estamos frente a una gran oportunidad para que los escritores sobre todo los de la generación nacida en los 80’s o 90’s puedan reflexionar, oír en momentos fuera de contexto. 

Siento que hay de todo un poco, hay una corriente de escritoras y escritores que escribían desde antes de la no-ficción, o auto ficción. Y eso puede ser político, como no tanto. Hay gente que no le gusta, a mi me parece que es una herramienta válida, pero creo que los autores deben lanzarse a una piscina con todo el riesgo que eso supone. Si quieres escribir auto ficción, que tenga un compromiso político, que ese mensaje apele a otros. Hace poco sacamos una novela de una chica muy joven, Carla Vargas llamado vacío temporal. Su libro habla mucho de como viven de forma precarizada los millenials, la autora tiene 24 o 25 años, y en este libro relata como es ser periodista titulada y no encontrar pegas. Ocupándose en pegas de mierda, mientras vive un proceso de enclaustramiento, lo que refleja algo que le pasa a la juventud de hoy. O sea, hay elementos del libro propios de su vida, pero también tiene elementos de escritura coral con experiencia que han tenido sus amigas o conocidas, lo que genera un relato millenial que parte desde el yo y que finalmente no se trata de ella. Se trata de apelar a una generación entera, como la mía y la tuya.

¿Crees que nuestra generación se involucra en cuestionamientos donde las generaciones anteriores no veían conflictos?. Porque siguiendo a estos nuevos autores existe un énfasis en la sexualidad, el desamor, la tecnología, las enfermedades mentales, abordados en primera persona, a mi parecer esto logra construir un nuevo relato que intenta superar los conflictos que nos heredaron nuestros padres. En Revista Montaje hemos subido mucho cuento auto biográfico, y también auto- ficción donde vemos esto.

Estoy de acuerdo con lo que comentas, creo que esta generación se desmarca de la nueva narrativa chilena, Collyer, Electorat o Gonzalo Contreras. En un sentido que ellos buscaban la Gran Novela, muy influenciados por términos de contexto histórico o político, por la Gran Novela Europea. Muchos de ellos siguieron esa tradición porque estudiaron afuera, porque fueron exiliados u otros motivos. La búsqueda era otra, era quizás sumar elementos de Chile pero también totalmente externos, tratando de hacer una gran obra desde la ficción y que tiene elementos más impersonales respecto a la vida de los creadores. Están en juego más la ficción y creación de esta gran novela, como la americana, más que interpelar a los otros como los escritores y escritoras de nuestra generación.

Claro, como que nuestra generación escribe preguntando ¿Te ha pasado? Mira esto me pasó a mi, que piensas tú. Es como un acto de rebeldía hacia dentro, romper con el comportamiento deseado para interpelar al otro. Tu que has tenido más experiencia en estos 5 años de Libros de la Mujer Rota, ¿has visto una evolución de los autores y en su editorial para ser una caja de resonancia de estas nuevas voces?

La verdad es que hace 5 años este proyecto fue levantado por Claudia Apablaza quién publicó cuatro libros que iban a perfilar de que se iba a tratar la editorial. En ese primer año entendimos que le íbamos a hablar a un público joven y no tanto, nosotros trabajamos de manera muy consciente el día a día, el mes a mes. Pero si tu me preguntas, pensaste que ibas a vender tantos libros o iba tener una repercusión en la escena local, yo te digo que no, porque de repente es bastante y se agradece, por ejemplo en la feria del libros todos se hablan de tú a tú como una suerte de amistad que ha pasado durante los años. Eso es súper enriquecedor, y eso significa que está haciendo bien la pega que es reconfortante. Yo tengo un papel secundario como editor, en realidad los protagonistas son los escritores y las escritoras, uno hace un ejercicio de revisión de edición, pero lo importante es el autor. Ellas y ellos han sido muy comprometidos con la Editorial, entonces es un camino que ha evolucionado de manera colectiva, muy bonito… espérate que está mi hija por aquí.

Hablando de editores, no tengas falsa molestia, porque los editores son muy importantes. Ese rol es muy de oído, también se lee con oído, y los editores son justamente están atentos a los altavoces, a las palabras más resonantes de los demás y saben como retumbar en la cabeza del lector, son un interlocutor, el medio entre quién lee y quién escribe. ¿Cómo te hiciste editor de Tao Lin o Meghan Boyle? 

Con Tao Lin que fue como la primera gran traducción en términos mediáticos fue muy simple. Tao Lin tiene una página web donde aparece un correo al que le escribimos en inglés que teníamos ganas de publicar unos cuentos o novelas de él. Luego nos respondió que ningún problema, pero él buscaba traducir un libro de ensayo, porque sus cuentos y novelas estaban comprometidas con Alpha Decay, editorial española que a mi me encanta. Entonces vimos que Tao tenía algunos ensayos y columnas en diferentes medios, como VICE, desde ahí realizamos una suerte de curatoria ente las columnas que él escribía, más un material inédito en ese libro. Hicimos una suerte de mix, pero todo con la inmediatez actual. Luego Noah Cicero, igual que Meghan Boyle, tienen sus redes muy abiertas están en contacto con sus lectoras y lectores, les escribimos de la misma forma y responden de manera muy amena. Como que en realidad a los autores extranjeros les interesa que los traduzcan en otra lengua. El libro de Tao Lin fue un proceso de traducción ardua y compleja para trata de dar con el tono en español, en esa traducción tuve ayuda de Matías Fleischmann que nos ayudó en otros dos libros. Después me tranquilice cuando fue publicado y Alberto Fuguet me dijo, lo leí y te creí todo, entonces alguien que vivió en EEUU siendo un escritor como Alberto lo encontré muy satisfactorio.

¿Cómo ves el surgimiento de nuevas revistas digitales o medios dedicados a la proliferación de la narrativa?¿Lo ves como un desarrollo de la literatura y del campo editorial?

Como editor, yo estoy muy pendiente de los nuevos medios como Revista Montaje y otras revistas alternativas, dan la oportunidad para que autoras y autores inéditos publiquen sus textos y quizá esa es la oportunidad para que un editor te lea y te pregunte ¿Qué más tenis escrito? Hace dos años leí un cuento de Florencia Astaburuaga, yo no sabía que escribía hasta que vi un cuento en una revista digital. Ahora está pronta a sacar un libro de cuento con  nosotros. Yo siento que las revistas digitales de literatura hacen una pega muy necesaria porque amplía el campo de voces, es una fijación que tenemos algunos, yo busco a gente que escribe y no ha sido publicada, que en su mayoría tienen su primera oportunidad en las revistas de literatura.

¿Crees que los editores son desencadenantes para que la gente se sienta con confianza para mostrar lo que escribe? El andamiaje del proceso que lleve un libro a ser leído se expresa en los festivales de fin de año: FAS, Primavera del Libro, Furia del Libro.

Las ferias del libro también son muy necesarias porque finalmente la cadena del libro se debe estimular para que exista una conexión entre librería, editores, distribuidores y lectores para trabajar en colaboracionismo. He notado, sin decir nombres, que algunas editoriales sacan excelentes libros y esperan que los pesque la prensa, si bien ayuda creo que no es todo. Que las editoriales charlen con los libreros deja mucho más que publicar una nota en el diario siento. En este tiempo existe una mayor cercanía con esta misma tecnología, solo gastamos la cuenta de luz e internet, en el fondo cada vez está más a mano la relación entre librería, escritores, lectores y editores. Y también suman las iniciativas como era el FAS, ahora Primavera del Libro que eran criticadas por agrupar a las editoriales grandes, pero yo creo que es sano porque sacan tantos libros al año, como pasa con FILSA que ahora tenga un festival propio se entiende, solo así pueden promocionar la gran cantidad de libros que sacan.

Las editoriales grandes se han convertido en el centro de la crítica de muchas librerías por la estrategia de mercado que asumieron en esta Pandemia. A partir de esto muchos libreros se han organizado bajo el nombre de ALICH, dirigido por Fabio Costa y que cuenta con la participación de Librería Aldebarán, a quién saludamos por intermedio de Mariana Varas agradecidos por el espacio, ¿Crees que la pandemia en Chile provocó un cambio comercial en el mundo editorial?

En primer lugar nosotros siempre queremos que a los libreros les vaya bien, que tengan nuestro catálogo y estemos en contacto. Pero también tenemos un tiraje de venta personal, para tener un equilibrio, para una editorial como la nuestra es vital la venta directa como en las ferias. Con eso podemos seguir imprimiendo libros para las librerías. Lo otro las editoriales grandes le han puesto mucho foco al delivery, nosotros por suerte pensamos una suerte de club de lectura con la editorial. Donde nos reunimos de manera mensual y presentamos a los autores, pero queremos que se equilibren las fuerzas con el mundo de las librerías, las distribuidoras y nosotros.

Es valorable el trabajo de la Editorial de los Libros de la Mujer Rota, dan muestras de que es posible construir una editorial de vanguardia, ¿Cuáles son sus siguientes proyectos?

Este libro es el último que llegó de la imprenta la semana pasada, son dos novelas breves de Luis Chaves, <<El Asfalto>> y <<La marea de Noirmoutier>>  que hablan de lazos familiares, crisis masculinas a partir de los 30 y 40 años, todo con una prosa depurada y sensible. Luis Chaves es un destacado poeta de Costa Rica, para nosotros es un honor publicarlo este año. Y el próximo mes reeditaremos la novela <<El matrimonio>> de Marina Mariasch, escritora argentina que el año pasado publicó con nosotros una novela que se llama <<Estamos unidas>>, con un híbrido entre ensayista, poesía y mitad novela, Mariana es poeta también entonces confabula su narrativa con política y poética.

Se le llama a esa prosa como en la categoría de narrativa posmoderna,  que recopila muchas perspectivas de manera ambiciosa y es imposible de encasillar

Yo creo que más que posmoderno, quizás algunas escritoras y escritores, tienen una búsqueda de estética muy amplia y les sale de manera consciente o inconsciente escribir de esta manera híbrida. Yo siento que en el pasado otra gente también lo ha hecho, pero cada vez más nos encontramos con una generación, posmoderna como dices tú, en que los géneros se están cruzando y me gusta porque pone en conflicto ciertas teorías.

Ardua tarea para el editor, hacerse cargo de otros puntos de vista. ¿tu como resuelves asumir un estilo o varios al escribir? 

A mi no me complica tanto asumir el estilo, me es más difícil categorizar ese libro para los lectores. Estoy hablando para quienes tienes una fijación con una determinada categoría. Por ejemplo me ha pasado con Legna Rodriguez Iglesias, escritora cubana narradora, poetiza y también dramaturga. Ella ha publicado con nosotros, también con Alfaguara, pero sus cuentos parecen poemas y sus poemas parecen cuentos. Ella juega con los géneros, en una entrevista dijo que para ella es la autora que define que es que, entonces con los autores uno se enfrente a todo un mundo. Por eso yo respeto mucho la autoría cuando se trata de categorizar un libro, más allá de la hibridación que pueda tener.

¿Tú como definirías el rol del editor?

Me gustó eso de caja de resonancia porque tengo que hacer un poco eso, ampliar la voz de las autoras y autores, me gustó porque además hacemos más o menos de todo difundiendo en prensa y redes sociales. Seríamos una caja de resonancia y maestro chasquilla.

¿Tú estás en algún proyecto literario?

Estoy escribiendo una novela y participando de un taller de Pablo Simonetti que es todos los lunes, ahora con la pandemia es por zoom, antes se daba en la Universidad Finnis Terra, me gusta el ojo con el que profundiza Pablo Simonetti cuando me recomienda narradores y me ayuda con los elementos estructurales de la historia narrativa. Y los comentarios de mis compañeros y compañeras, ¡claro!

¿Qué editores recomiendas?

Para mi si tengo que nombrar a uno para destacar, tengo que decir Ediciones Overol, de los independientes. Lo que han hecho con autores consagrados, y nuevas voces es notable. Han hecho traducciones fenomenales como  <<Parábola del sembrador>> de Octavia E. Butler. Encuentro que es una editorial de lujo y cada libro que saca impacta con muy buena acogida. Daniela Escobar y Andrés Florit, que son mis amigos hemos hecho cosas editoriales en conjunto.

Y de las editoriales internacionales…

De las internacionales me gusta harto el trabajo de Francisco Gael Garamona en Editorial Mansalva publicaban mucho hasta este año, con César Aira quién ha podido construir una constelación Aira, porque él te adentra en un mundo muy particular con sus libros muy genuino con una capacidad de desdoblarse estéticamente. Eso es muy Cesar Aira, me encanta que Mansalva siga publicándole más y más libros.

En Argentina tienen una institución independiente al gobierno que se dedica a construir lineamientos entre escritores, editoriales y autoridades para una política del libro. A partir de eso han podido sostener una industria, a diferencia de lo que pasa en Chile donde a los escritores se les considera para dar una opinión literaria para ser jurado para los concursos, pero poco para hacerlos partícipes de la política. Me encantaría que esto suceda a partir la nueva constitución, pero es una pregunta tan abierta Miguel, pero creo que hay poner en una mesa de dialogo a los escritores y escritoras.

Pregunta sello Montaje, queremos que le hagas una pregunta a nuestra próxima editora o editor invitado

Yo le preguntaría, si ha sacado lecciones tras estallido y Covid, y si su catálogo se ha visto modificado.

 

 

Entrevista realizada el Lunes 28 de Septiembre 2020

Miguel Echeverría M.

 

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