Puedo y quiero: mejor que no

Ni puedo ni quiero

Lydia Davis

Eterna Cadencia editora. 2014, 309 páginas.

Traducción: Inés Garland

Por Sebastián Novajas C.

 

Es un conjunto de relatos escrito para diversas publicaciones y que la autora reunió para darles una vida comunitaria. Algunos son sueños otros son creados a base de cartas del propio Flaubert que la autora tradujo. Muchos no superan una —algunos de dos líneas— o dos páginas y unos cuantos superan las diez páginas —intercalados entre textos breves y extensos—. Es un libro que tiene para todos los gustos. Relatos que van desde lo más cotidiano como comer pescado o el retrato de la tragedia de una hermana o cartas a una empresa o una fundación. Muchas de estos relatos rozan lo que podría considerarse prosa poética. La diversidad de textos es tan amplia que va desde cuentos tradicionales con una historia lineal de varias páginas, pasando por relatos fragmentados o el género epistolar hasta llegar a miniaturas —estás últimas como la máxima expresión del tono socarrón de la autora—.

Por mencionar solo algunos de estos: ‹‹Los dos Davis y la Alfombra››. Destaca por esa ironía y aire kafkiano que le da a la compra-venta de una alfombra en una venta de garaje. Dos personajes indecisos, el primero decide a negarse a vender la alfombra para luego arrepentirse y pensar en el otro que podría estar sufriendo por no tenerla y el otro sin tener la voluntad de expresar su verdadero deseo por tenerla. O ‹‹Comer pescado sola››. La narradora cuenta sobre sus aventuras culinarias en diferentes restaurantes de la costa Este de los Estados Unidos y las diferencias entre un pescado y otro, incluso más pasa a explicar qué tipo de pescado se debe comer cada temporada para disfrutarlo con mayor provecho pasando tanto por restaurantes como por bares de carretera. Y a mi parecer el más conmovedor y el más largo. ‹‹Las focas››. En este la narradora va recordando todos los momentos vividos juntos a su hermana mayor recientemente fallecida. En una progresión de recuerdos a medida que avanza el viaje en tren.

 

Algunas muestras de la narración más breve de la autora:

 

Contingencia (vs. Necesidad)

 

Podría ser nuestro perro.

Pero no es nuestro perro.

Entonces no ladra.

 

 

Su cumpleaños

 

105 años:

no estaría viva hoy

aún si no se hubiera muerto

 

 

Aprendiendo historia medieval

 

¿Los sarracenos son los otomanos?

No, los sarracenos son los moros

Los otomanos son los turcos.

 

 

Lydia Davis es una escritora que explota al máximo posible su veta experimental y en este libro lo demuestra. Sobre todo el humor, el ingenio y el estilo de un lenguaje depurado. En definitiva puede crear obras con cualquier material de construcción disponible y eso no cualquiera puede lograrlo y salir bien parado.

Nota: la portada es uno de los relatos de la autora y perfectamente puede definir el carácter irónico de ella.

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