Entrevista Montaje a Victoria Morrison escritora y trabajadora social

 

Revista Montaje junto con librería Aldebarán tienen el agrado de presentar la entrevista a la poeta Victoria Morrison.

 

Miguel Echeverría: Trabajadora social. Una habitación en el infierno ese fue tu primer proyecto, además publicaste, Los poemas desahuciados y Pupilas de loco.

Victoria Morrison: Sí, el primer libro que publique, si bueno soy trabajadora social y me gusta mucho mi trabajo; poder ayudar y poder aportar y hacer tanto por la gente que necesita ayuda, ese es mi trabajo cotidiano digamos. Y en la escritura me he dedicado a escribir poesía hace muchos años; desde niña cuando aprendí a leer y a escribir. Y mi primer libro fue Una habitación en el infierno que fue con Ediciones la Orca y el segundo Poemas desahuciados con Ovejas negras.

M: ¿Publicaste esos libros en 2016 y 2017?

V: Claro, que son libros que tenía escrito de siempre, de esas cosas que no escribe cuando es niño o cuando es más joven, adolecente y después se pudieron hacer ya en libros. Y ahora el último Pupilas de loco de Rumbos editores. Que es lo último que tengo escrito con una editorial un poco más conocida, más bonita, todo más ordenado, mejor edición también. Que eso es importante.

M: Le da un valor agregado a la publicación. Además, has tenido la experiencia con revistas latinoamericanas como en este caso Revista Montaje que nos acompaña y han publicado tus poemas, además, fuiste ganadora del segundo lugar del concurso de poesía indígena.

V: He sido favorecida con los amigos de revistas extranjeras de Perú, Puerto Rico, Bogotá, Argentina, también. Sí, he tenido la dicha que he mandado mis poemas y los han aceptado porque hay algunas revistas que no te aceptan tus poemas, hay de todo. De repente la línea editorial, uno no sigue la línea editorial que ellos tienen, pero eso está bien, que haya una oportunidad para todos. Y yo como escribo poesía psicológica, yo la nombro así: porque, bueno, la palabra psicología es tratar el alma. Entonces, es como estudiar el alma a través de la literatura, de la lectura yo creo que todos podemos llegar a sanarnos, mira que importante que es eso. La lectura de la infancia, también. Los padres tienen que promover eso. Yo por ejemplo aprendí a leer con El niño que enloqueció de amor. Es lectura de colegio tan sencilla, tan simple, pero que al mismo tiempo te despierta. Y de hecho tengo, me voy a tomar una licencia, les voy a leer lo primer que leí cuando era muy chica, aprendí a leer de forma autodidacta. Lo primero que leí fue esto: ‹‹habéis oído cantar un pájaro en la noche, suele ocurrir que un rayo de luna, un rayo levemente dorado, derramándose por entre el misterio del follaje, alcanza la rama donde se acurruca el avecita dormida y la despierta. No es el alba como imagina el ave, pero ella canta››. Que belleza. El niño que enloqueció de amor.

M: En esa época, sobre todo cuando recordabas que desde niña empezaste a escribir. A soltar tu emocionalidad. Tratar de entender con las palabras cómo podías expresar lo que sentías. Las primeras experiencias amorosas son súper trascendentales. Pero claro en un principio la intencionalidad y la trascendencia de las emociones es de un vértigo muy profundo. Y que en alguna medida puedo leer en tu poesía.

V: Claro, de ahí también una vez un amigo me dice cuál fue tu primer libro que leíste, y yo le dije El niño que enloqueció de amor. Y él me dice de ahí viene tu dramatismo, me dice, así como una broma. Claro, porque uno también es lo que lee. Entonces, después, seguí más grande con Herman Hesse: con El lobo estepario. Y ahí uno se va haciendo como una…, no es que una copia, como que uno tiene un perfil como escritor o escritora. Y con poesía romántica, poesía erótica, poesía social, poesía psicológica como te digo yo que hablo sobre la locura, sobre la pregunta: ¿quién soy? ¿Qué hago en la tierra? ¿Para qué vine? Cuando uno se mira en el espejo y dice: ¿por qué tengo esta cara? ¿por qué tengo estos ojos? ¿por qué tengo esta nariz? ¿quién soy? ¿a qué vengo? ¿cuál es mi aporte? Son esas preguntas que yo no creo ser la única que se pregunta eso.

M: Tú bien comentabas que la literatura o la narrativa muchas veces sirve como a manera terapéutica. No me gusta limitarlo solo a ese ámbito. Porque creo que va mucho más allá. Por lo general trata con elementos de identidad, trata con elementos de la propia lengua. Es muy importante como se forman matices para explicar distintas cosas que parecen similares. O sobre todo nuestros dolores, nuestras pasiones, nuestras motivaciones o cosas que nos mantienen con sentido y también las cosas que nos hacen perder el sentido: como el miedo a la muerte, como la relación con alguna enfermedad. Tú acá por ejemplo en algunos poemas de Pupilas de loco siempre hablas del mal hombre; en alguna medida la figura del patriarcado. A y ahí un gran conflicto visto hoy.

V: Claro, pero ese tema yo lo abarco desde las pacientes psiquiátricas, por ejemplo, la mujer cuando está internada en un psiquiátrico, inmediatamente es una mujer olvidada, rechazada por la sociedad. La gente le tiene mucho temor al psicólogo o al psiquiatra: si tú le dices a alguien que yo voy o tengo hora con mi psiquiatra, inmediatamente hay un murmullo, verdad, una mueca, un alejamiento; ah cuidado. Y es tratar el alma, como te digo, o sea, que valiente los que tienen la capacidad de poder tratarse y el libro Pupilas de loco principalmente está, no sé si tú te diste cuando que cuando abres la primera página, la que dice dedicado a Leopoldo María Panero (hijo) que él es un poeta español, hijo, hermano, sobrino de poeta y él estuvo desde los veinte y dos años en un hospital psiquiátrico y fue desde ahí donde él escribió setenta, ochenta libros: ensayo, poesía; hizo mucho. Para mí es un hombre, desde que lo leí cuando era adolescente, me deslumbro completamente. Era un hombre que tenía una temática y una cabeza e internado en un hospital psiquiátrico.

M: Muchas veces parecer ser autoritario la manera que algunas personas discriminan en algunos establecimientos de control. Pueden ser cárceles, pueden ser hospitales psiquiátricos, pueden ser estas señor suite, o estos donde finalmente terminan muchos de la tercera edad; en hospedajes finalmente alejados de sus seres queridos. Pareciera que existen una constante por marginar, por crear grupos aparte. ¿Tú crees que la poesía es todo lo contrario, la posibilidad de romper con esas estructuras y con esa posibilidad, o sea, con escuchar a alguien que pareciera ser loco, que pareciera ser una persona fuera de sí?

V: Veámoslo, desde un paciente esquizofrénico que escucha voces y esas voces le susurran, quizás, algún texto; lo escribe verdad y alguien que ama la poesía puede decir guau mira lo que escribió, en este caso el médico que los trata, puede decir: no, es una estupidez, es una locura, pero, yo ahí me voy a lo místico: yo digo quizás ni siquiera este escuchando voces en su cabeza, quizás es un vidente, es un hombre que ve más allá, es una mujer que tiene una capacidad espiritual de poder conectarse; en este caso con espíritus de otras dimensiones. Yo por lo menos creo mucho en eso, sé que hay gente que no cree y también es lícito creer o no creer o qué es bueno o qué es malo, qué es verdad o qué es mentira sobre todo en estos tiempos.

M: Es un tema muy interesante, quería hacer un alcance, pero quiero seguir con esa línea, porque me pasa que lo comento a veces con mis tíos, con mis familiares, a veces en el campo y creer en estos seres cuando éramos jóvenes, era muy fácil. ¿No crees que quizás es un proceso de desensibilización, como que la sociedad nos quita esa posibilidad de conectarnos con estas energías que están y no las vemos, con la posibilidad de entender voces que nos acompañan sin sentido de alguna forma, pero dándole alguna sensibilidad distinta cuando éramos niños lo podíamos escuchar? Yo creo de alguna forma eso.

V: Claro la gente siempre busca la racionalidad, me entiendes, es lo racional. Y lo otro que yo también digo es que hay locos y…, lo digo solo desde mi perspectiva y no tiene nada que ver con la librería, opinión personal, es que nos gobierna un demente. Imagínate. Y la gente busca la racionalidad, pero la racionalidad en qué la busca: En el niño que de repente dice papá me quiero subir al árbol porque me quiero poner una capa y quiero volar. Que maravilloso es fomentarles a los niños eso a través, de cómo te decía al principio, de esta conversación de la lectura, del dibujo, de la pintura y hay locos… Pero hay otra cosa terrible en el mundo: los locos pobres son despreciados y los locos con dinero tienen licencia para hacer lo que se les antoje en todo aspecto, en todo ámbito: político, artístico, trabajo, de todo. El loco pobre siempre va a ser vapuleado, humillado, abandonado y el loco con dinero es un loco lindo como se dice. También la locura tiene aristas desde la clase social, de todo.

M: Y así mismo reconocer que hay una variante como social que enloquece, como tu comentabas. Antes era muy complejo plantearse: pedir ayuda, decir voy al psicólogo, voy al psiquiatra, necesito orientación en estas materias, porque finalmente se te puede venir el mundo encima por cosas que no comprendemos y es ahí donde la variante social entra en juego. Por ejemplo, estos mismos millonarios nunca se ponen en el caso que les va ir mal, siempre están en una situación en la que pueden derrochar, pueden cometer un montón de errores, de condoros sin que pase nada.

V: Claro, su locura es pagada con monedas de oro como se dice. Ellos pueden hacer locuras terribles, pero en el bolsillo tienen monedas de oro. Por eso digo, los locos con plata son locos lindos y los locos pobres son humillados, son olvidados, y eso es fome, es triste en la sociedad. No sé si pasa en todo el mundo porque no conozco todo el mundo, pero aquí en Chile y en Latinoamérica el loco es la persona que se dice loco, es siempre una persona solitaria y se puede sanar a través de la lectura, de la literatura, de escribir su misma demencia, no, como lo hacía Leopoldo, uno de los grandes poetas del mundo Leopoldo María Panero, era un hombre que con su locura destacó: hay dos películas de su familia, iban a hace otra más, pero bueno el fallecido en un hospital psiquiátrico en el año 2014, en la Palma de las Gran Canarias y ahí quedo su historia. Fueron dos personas a su funeral y triste, claro, es triste que alguien fue tan grande literariamente y poéticamente: termine con dos personas en su funeral. Por eso cuando escribí este libro Pupilas de loco va dedicado a él. Quise darme la licencia de poder hablar de todo tipo de locuras.

M: Pienso en Safo de Lesbos un personaje que fue rechazada y muy controversial. Que rompía los esquemas racionales, tradicionales, etc. Era alguien que finalmente revolvía el gallinero y quien puede ser más arrojado que un loco lindo.

V: Y eso provoca rechazo, ves. El rechazo de tus pares, de tu familia, claro, porque el atreverse a decir cosas que todos esconden inmediatamente te vetan. En la literatura siempre ha sido así.

M: Pienso en que, si no fuera por la fantasía, en un mundo como este, hasta lo más sencillo de hacer parece ser una hazaña.

V: Así es, la gente está muy sola, que se siente sola, que no tiene los recursos económicos para llevar el día a día, porque como te digo hay gente que tiene mucho dinero, hay gente que tiene algo, y hay gente que no tiene nada. Entonces, yo como trabajadora social siempre me he enfocado en esa gente, en los sin voz: en los pacientes psiquiátricos, en la gente que está en la calle, en las mujeres que son vapuleadas porque quizá, trabajaron en algún momento en la calle. Y la gente se cierra a esa realidad. La gente siempre se siente perfecta; todos somos perfectos, todos somos inmaculados y todos tenemos fantasmas y todos tenemos dulce y agras, somos el yin y yang, y eso.

M: ¿Tú pensarías que la cultura, la poesía, la promoción del libro, de los autores chilenos pueda tener un reconocimiento distinto?

V: Sí, es que la poesía chilena tiene un reconocimiento. Yo siento que tiene reconocimiento, pero las mujeres siempre tenemos que estar luchando por un espacio en la poesía o en la literatura entre tanto hombre, verdad. No sé si todas las mujeres lo verán así, pero la gran mayoría sí. A mí me ha pasado que, claro, hay este machismo en la literatura, de que el hombre es el poeta, de que el hombre es el que escribe, de que hombre puede ganarse un premio importante y por el otro lado viene el lado de las mujeres, mucho feminismo, pero poca sororidad, verdad, o sea, la sororidad es apañar a la otra mujer; yo digo mucho feminismo, pero apréndanse la palabra sororidad que es muy importante. Predicar el feminismo, también conlleva aprendizaje de eso, de fraternidad entre las mujeres, de aceptación, de escucharse, de aceptarse si yo me pinto los labios rojos no es porque yo ando buscando un pololo, es porque yo me quiero ver bien y me siento bien conmigo misma así y esa es la aceptación también, que falta un poquitito en este mundo que estamos todos…, yo digo, una palabra bien chilena que es sálvate solo. Claro, cada uno compra para él, cada uno ve por él, come él, no sé, es algo bien extraño que ha sucedido; yo siempre lo había visto y me había dado cuenta de ello, pero ahora ya es desbordado, es completamente desbordado la individualidad de cada ser. Es terrible. Es muy triste.

M: ¿Cómo te decidiste, no sé a qué edad fue tu primera publicación? ¿Cómo lograste darte esa seguridad para publicar?

V: Sí, yo desde niña escribo, pero no quería publicar. La primera publicación se hizo en el año 2016 del libro que te mostré al inicio, claro y esa publicación fue algo sin pretensiones. Yo siempre que he publicado algo lo hago sin pretensiones y creo que es lo mejor. Publicar por el amor a la literatura, por lo que tú quieres decir. Yo siempre digo, si me ven o me escucha una persona y se ilusiona con lo que yo escribo; yo estoy saldada. Estoy bien, estoy contenta. Nunca me ha gustado ser muy figurita y salir en todos lados y nada; porque también respeto lo que yo escribo, respeto lo que rescato, es algo muy íntimo, muy del alma, de las entrañas y cuando se escribe así uno tampoco busca que todos te escuchen. Hay ciertas almas que están preparadas para escucharte en este tiempo, quizás en veinte, treinta años más: imagínate alguien, una nieta mía toma un libro y dice oh mi abuela escribía bien, tenía su onda; está bien. Como decía Vincent van Gogh: ‹‹no existe aún la gente que va a apreciar mi arte››. Quizá vienen en unos años más y eso es paciencia y son actos de amor hacia uno mismo, también.

M: ¿Tú crees que antes se daba más como un espacio común de todos los artistas que parecían confluir y hoy es ya como un campo abierto que cada uno tiene sus trincheras? Los poetas indígenas, por ejemplo. No hay una instancia, como somos tan individualistas, no hay una instancia para construir en conjunto.

V: Mira, yo generalmente, mi circulo literario es pequeño porque yo, como te digo, no ando buscando oportunidades ni ser amiga de, ni sacarme una foto con alguien, no sé. La nueva generación, no la conozco mucho, no sé si tengo conocidos de nuevas generaciones, entonces tampoco te podría dar una opinión al respecto. Pero yo creo que todo lleva a lo que estamos todos: que es la locura de no poder hacer muchas cosas, no poder salir a tomarse un café con alguien, no poder ir a fumarse un cigarro con alguien, a conversar, a hacer el amor con alguien; eso ya no se puede hacer, entonces es imposible. Claro, que te lleva a eso, te lleva a la psicosis, verdad, qué te queda: el celular, las redes sociales, y hay mucha gente que no está haciendo nada. Que están todo el día en el teléfono y yo les digo a esas personas no se puede hacer nada, pero también se puede hacer mucho: escribir sobre lo que está pasando, investigar, ayudar, por ejemplo, hacer un taller literario para…, no sé, en el pasaje que uno vive, hace un taller para los niños que aprendan a leer, todo online, verdad, porque ahora bien tú no puedes llevar a tu hijo a cualquier casa, estamos también con ese otro tema de la desconfianza, del abuso sexual que es algo que yo también tengo muy arraigado; me duele mucho, me afecta mucho, tengo algunos poemas relacionados con eso: sobre el abuso sexual de los niños que en Chile también es un tema tabú que lamentablemente se cubre y las mamás cuando el hijo les dice: mamá este tío me tocó, la mamá le dice shhh. No digas nada porque se va a abrir la familia. Que se abra la familia, que todos sepan, que no importa si vas a quedar tú con tu hijo sola, pero hay que decir las cosas, yo creo que principalmente la verdad te hace no recordar tanto esas mentiras que están ahí, esos secretos de familia que son tan tristes. Lo que hay que decir es la verdad; hay que hablar si hay abuso sexual en algún niño, en alguna familia: yo les doy un mensaje a las mamás que nos van a ver, a las abuelitas, a las tías, a los tíos: hablar, decir. No es bueno cubrir las espaldas de la gente que hace daño.

M: Te preguntaba por esta idea de tratar de aunar a las diversas variantes de escritores que hay; porque tú eres miembro del directorio de la Organización Mundial de poetas, ensayistas y novelistas, ¿o no?

V: Sí, soy miembro del directorio. Recibí algunos votos que yo me llevé de sorpresa, pero yo digo: bueno esas sorpresas nos da la vida. Pero sí, soy parte del directorio de la Organización Mundial de Escritores (PEM). Esta organización defiende los derechos de los escritores, de los periodistas. Yo ahora me estoy vinculando más con ellos, verdad, ahora viene una lectura que vamos a organizar con otros escritores de esa organización, pero sí ahí estoy con ganas de hacer cosas también. De organizar lecturas, de invitar a otras gentes, de lecturas internacionales; porque si la gente escribe o hace arte: una pintura, un cuadro, no sé, quiere expresarlo, verdad, quiere mostrarlo, también en algún momento y ahora es cuando. Esta iniciativa de librerías y que estés tú aquí conversando son pequeñas joyitas que como te digo: en muchos años más se van a ver. Qué paso en tal fecha del 2021 cuando estaban en la pandemia y Chile estaba siendo completamente restringido porque, no sé, por el virus. Entonces, había un programa de una librería y claro es bonito pensar el futuro y saber que esto existe, que esto está pasando, que no son ideas que se quedan en el tintero.

M: Es bueno tener retrospectiva, pero también perspectiva. Mirar hacia adelante. No todo es tan negro en estos días, hay personas que escriben, personas que se expresan; que quieren ayudar a otras y nosotros estamos un poco en esa cruzada de ir escuchando nuevas voces y eso es lo que más queremos. Acá tenemos una tradición querida Victoria. No sé cuántos invitados llevamos, pero cada invitado deja una pregunta al siguiente invitado, entonces yo te tengo que hacer en este momento la pregunta que dejo nuestra invitada anterior Sandriuska Theremin: ¿cuál sería tu nueva forma de musicalizar tu voz o tus poemas o cómo te lo imaginas como si fuera música, escultura, arquitectura; si tuvieras que sacarlo de las letras y convertir tu poesía en otro arte?

V: ¿Tú dices si tuviera que sacar mi voz y quedaran las letras y eso tuviese sonido?

M: Sí.

V: Bueno, es según lo que uno escribe, por ejemplo: Pupilas de loco tendría que ser unos violines, así como un piano; un poco grotesco quizás. Y por ejemplo el poema Indígena sería con viento, con agua, con pájaros, con los sonidos de la naturaleza. Pero lo dejo con el aire, con el respirar, con el sonido de las hojas de los árboles, también. Lo asimilo a lo nuevo que estoy escribiendo yo. Porque Pupilas de loco lo escribí hace tres años y salió ahora porque se tuvo que posponer por el estallido social que fue lo mejor nos haya pasado y después el virus que ha matado a tanta gente. Salió el 2021. Pero yo ya estaba escribiendo otra cosa relacionado también con esto de los temas siempre psiquiátricos, pero ya me había ido al tema de la naturaleza y que cuando salga ese libro te lo voy a mandar para que eches un ojo y te vas a dar cuenta de la diferencia que hay entre Pupilas de loco y el que va a salir después que tú vas a decir son distintas personas: no, soy yo misma, pero con otros intereses literarios.

M: Yo agradecido. Leí Pupilas de loco y me encantaron algunos pasajes y tú me comentabas que tenías que ir a unas lecturas a Bolivia y te dejo el desafió que debes dejar una pregunta al siguiente invitado.

V: ¿Es un hombre o una mujer?

M: No te puedo decir.

V: ¿Cómo se ve él o ella en treinta años más en todos los aspectos de la vida?

 

Victoria Morrison, abril 1977, San Martin de Los Andes, Trabajadora Social, (Área comportamiento humano). Escritora de poesía y microcuento. Libros publicados: *Una habitación en el infierno/ 2016/ Ediciones La Horca, *Poemas Desahuciados/ 2017/ Editorial Ovejas Negras, *Pupilas De Loco/ 2020/ Rumbos Editores. Miembro actual del Directorio: ‹‹Organización de Escritores P.E.N Chile›› (Poetas, ensayistas, novelistas). Ganadora del segundo lugar Concurso Poesía Indígena 2020 con su poema ‹‹Ñamku›› Organizado por ‹‹Catedra Unesco›› y ‹‹El Museo de la memoria y los derechos humanos››. Su poesía ha sido publicada en variadas revistas latinoamericanas.

 

Entrevista completa en: https://www.instagram.com/p/CNlXg4vJbbj/

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