Reseña: Cuando una distopía novelesca es mejor que la realidad trágica

Mugre Rosa
Fernanda Trías
Literatura Random House, 2021, 276 páginas
Por Miguel Echeverría, Equipo Montaje

Hoy por hoy vivimos en un mundo distópico lleno de mascarillas, restricciones y amenazas de colapso ambiental inminente. Colapso que venía desde los estertores del siglo XX y que ahora podemos verlo con claridad, pero cuando a fines de 2019 la escritora Fernanda Trías  lanzó su libro Mugre Rosa no creo que supiera lo cerca que estuvo de crear un libro tan vidente. En una ciudad costera donde mueren los peces, y se aproxima un gran desastre producto de la avanzada de una niebla; una mujer protagoniza un verdadero calvario humano al atravesar por una ciudad que se está consumiendo a sí misma. Y con ella, a su círculo más cercano que parece condenado a no salir nunca de su condición de enfermedad. Nuestra protagonista va narrando con una pluma altamente descarnada como una enfermedad mental atrapa a su hijo y como esta extraña gripe nacida de la niebla que se avecina provoca algo similar a una gripe. Si, muy profético. En esos escenarios desastrosos en que debe cuidar de su hijo o ir a ver a su ex pareja. La narradora toma una posición muy tenaz respecto a lo que sucede mientras describe lo que siente y observa con una revelación constante de verdades morales, sentimentales y económicas. Nos enseña, por ejemplo, que significa la ‹‹Mugre Rosa›› que da título a este texto: el desecho entre sangre, suciedad, músculo y nervios que se acumula en los alrededores de un matadero de animales.

Afortunadamente cada suerte de capítulo genialmente cargado de turbiedad, de dureza y de verdad; es acotado por lo que se va volviendo una suerte de etapa que aumenta en dificultad. Como la vida que aumenta de intensidad. También bromea constantemente con las desgracias, por ejemplo, habla de ‹‹el Clínicas›› o se llena de humor negro en algunos pasajes delirantes pero que son totalmente justificados.

Entre cada capítulo Fernanda Trías nos deleita con unos poemas que alimentan como un shock calórico en un cuerpo inerte y frío que nos deja cada escena recién leída. En esos poemas la compasión, la simpleza y el tonelaje inventivo de la autora nos devuelven de esta pesadilla a la inmensa calma que nos trae un libro. Un realismo más trágico que mágico, un mundo que se parece demasiado a este que nos tiene a prueba.

La descripción cotidiana de una familia tanto disfuncional como acontecida se convierte en una constante declaración de honesta y cruda reacción de un grupo humano que ha perdido la cordura debido a un contexto muy caótico. Se aproxima una niebla, y los protagonistas parecen querer continuar con sus vidas volviéndose lo más recurrente posible, es aquí donde el talento poético se va circunscribiendo a las dinámicas de la historia. Enfrentamos el machismo representado en un taxista que hace precio solo porque ella es mujer o en la total indolencia que nos representa el libro en torno a una sociedad desconcertada de donde llegó y no sabe cómo seguir. Pero ante tanto encomio en crear imágenes increíbles, también nos invita a preguntarnos como podemos ser un poquito mejor.

Mugre Rosa de Fernanda Trias es una reivindicación de la creatividad humana como fuente de todas nuestras tragicomedias, es cuando una distopía novelesca es mejor que la realidad trágica.

 

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