Tres razones de porque votando Apruebo el 4 de septiembre damos el último paso para el desarrollo igualitario.

<<Aún hay patria ciudadanos>>*

Imaginemos que el escenario político nacional es un cuadro en pleno dibujo y definición de trazos. Aunque mantiene los mismos colores que desde la Independencia hace 200 años, sabemos que hubo muchas banderas y escudos en el proceso, respondiendo a una construcción de patria que evolucionara de los preceptos europeos coloniales, ser chileno era ampliar la nacionalidad a otra esfera de comprensión, donde no importaban tus orígenes sino tu aporte al país que compartimos. Lo cierto es que luego de votados dos procesos como la deslegitimación de la constitución hecha en 1980, en el primer Apruebo del 25 de Octubre de 2020 y, luego delegada la redacción de una nueva constitución en un órgano que redactara una Constitución democrática. Gracias a la victoria de la nueva izquierda estudiantil en la segunda vuelta de diciembre 2021 los límites tradicionales del sistema político cambiaron por primera vez desde el retorno a la democracia. El cuadro pintado del Chile que conocemos comenzó desde sus marcos ha adoptar nuevos colores y otros imaginarios, que estuvieron aquí hace más de 200 años para ponerse a disposición de una reprogramación del poder. Es un honor que seamos portavoces de un proceso de integración que permita avanzar en la paz que solo permite la democracia. Por eso valoro el proceso de elecciones que definió a los redactores de la constitución de 2022, y también destaco el reconocimiento internacional de frente a una resolución de conflictos muy complicada. Además del patrón en que se ha llevado el debate permite la expresión de amplios sectores de la chilenidad ya que de otra manera tendríamos una república sin identidad, impostada con castas irreconciliables de dirigentes, sabemos que este no es el caso porque es solo un sector el que se opone al cambio de reglas para un desarrollo igualitario. Es el modelo que acompaña el cambio social el que podremos exportar, es esta resolución fraterna lo que nos dará independencia y no el camino de la demagogia o el agresivo modo de hacer campaña que los conservadores dirigentes que van por el rechazo intentan inventar. El modelo hacia el desarrollo democrático, en este caso, abre paso a  nuestra independencia política, religiosa y económica.

Muchas otras capas de la sociedad se han integrado buscando reconocimiento en la propuesta del Apruebo. Si además del cuadro creamos la escena de un coro, escuchamos muchas voces con diferentes acentos del español, junto a el creolé, el mapuzungún, el quechua o el aymara y hasta el iorana de Rapa Nui lo que gritará que estamos en una patria integrada con su historia. La parte más importante de la democracia es la posibilidad de siempre garantizar que tu opinión es válida, que no importa tu origen ni tus creencias, tu palabra y tu idioma es permitida. Pero existen límites para entender quienes la ocupan sin intención como otros que la mal utilizan, sabiéndose aventajados socialmente en comprensión y formación académica, a ellos los he visto haciéndose los ignorantes, desconociendo lo que leen, porque han tomado la decisión de mentir, y esa mentira amplificada en todos los medios donde tengan editores venales ahora le llaman Opinión Pública, o lacadém. Es también parte del cuidado fundamental de la democracia no tergiversar la verdad, cosa que hacían diversos medios de propaganda en un estado totalitario. No tienen el gobierno, los conservadores, pero creen tener poder porque influyen en la agenda. Cruzaron un límite al cambiar la historia y decir que el apruebo del 4 de septiembre que es un proceso liberador en términos culturales, es algo así como el plebiscito del 88 con todo lo que sigue significando para la sociedad chilena, y de plano no tiene relación con el rechazo a esta propuesta. ¿Cómo creerles? si están con los que financian la campaña de J.A. Kast y Piñera. Incluso ellos aparecerán en el cuadro, pero quedarán como los sin gracia, apenas tocando la tela del cuadro país. Ellos de partida quieren aparecer en autorretratos,. Pueden creer que pintan el cuadro pero no dominan la técnica de administrar un pincel. Creen ser el poder, pero ni eso administran y van a saber administrar un voto.

Ahora en el cuadro que estamos dibujando, lo observamos y concluimos que la importancia de la contemplación de las dinámicas alrededor, y no es difícil decir que la discusión pública está caótica, como a un magnífico cuadro de Matta lo tienes que ver sin pestañar porque a veces no crees lo que ves. Ese estar absorto para opinar con sabiduría y respeto nos permite tomar mejores decisiones. La forma del país que mostraba el cuadro histórico se está adaptando a las nuevas tendencias de estilos, podemos decir que el reconocimiento del medio ambiente se entiende con la inclusión de un verde que emula los verdes prados y bosques del país, pero también la electricidad, el agua y todo lo que comemos. Por otro lado, el hecho que a pintar el 50% del cuadro ha llegado una nueva dibujante en este cuadro país, una mano femenina que lanza arcoíris al mismo tiempo que el duro orden del varón chileno deja el descampado a su paso.

Votar Apruebo claro que deja a generación completa de jóvenes que rebatieron, movilizaron como administradores de un proceso de cambio constitucional con posturas que difieren de las definidas en la mala obra del 80, que más parecía un engañoso autorretrato de la élite. Porque en esos lugares abunda la condescendía, son naturaleza muerta, no como el complejo esfuerzo colectivo por delibrar en conjunto para mostrar que la vida se impone al terror. El 4 de septiembre con tu voto puedes dar el toque de pincel final para sumarte a una obra de arte social que se convertirá en un ícono mundial. Seremos un corazón cultural, porque quebramos la tenebrosa tradición de que otros pintaran nuestras constituciones, es la primera constitución que libera a nuestros pueblos de los imperios que queman los cuadros originales y trafican sus copias adulteradas en el globo. En esta columna desarrollaré la idea de que tenemos un momento internacional que nos permite superar la desigualdad social y en libre ejercicio de nuestra autodeterminación alcanzar la independencia económica.

  1. Este nuevo orden multipolar permite que Chile adopte cambios pacíficos sin intervención

Me gusta nadar, pero más me gusta sumergirme en la conciencia colectiva de los pueblos como una de las grandes atracciones que me genera el estudio de la ciencia política y las relaciones internacionales. Creer que se puede sistematizar las regularidades electorales de un país permite conocer un comportamiento de las sociedades para con la Democracia. Aquí una elección directa significa un cambio de timón para toda la sociedad. Es por eso, que interiorizarse en conocer otras culturas o reconocer en otros fenómenos que en mi propia patria tan cerca nos es difícil de ver o de entender como grupo humano. Por ejemplo, la tentación del autoritarismo. En la UAH tuve un profesor, Carlos Fabián Pressaco que nos enunciaba el fin de los grandes metarrelatos del siglo XX, el de las potencias, para entender a las nuevas generaciones que estaban tan desarraigadas de los partidos políticos y del debate en general. Nos explicaba que el metarrelato es una estructura narrativa que busca totalizar todas las repuestas sociales, es el cómo se explican los conocimientos humanos según nuestras variables culturales, esa experiencia de vida en su conjunto nunca es tan nuestra, siempre hay algo que la impulsa. En el siglo XX conflictuaron el Estado planificador versus el individuo realizado con el mercado y este último fue el metarrelato que ganó en nuestro país y quedó consagrado en la constitución del 80, este era el relato de esas  potencias que dividieron a muchos países entre los aliados de Occidente o el lejano oriente. Pero entonces el metarrelato no es una mera narrativa de orden que espera conciliar a las sociedades, al contrario los metarrelatos se impusieron con violencia en todo el tercer mundo. Muchas constituciones tienen de dibujantes el buró del kremlin, y otras como la nuestra el timbre de la casa blanca.

Hubo un momento histórico en que Chile encabezaba un relato intermedio. Digamos que se había revelado contra esta imposición de las potencias, entonces aliado a la Yugoslavia de Tito, México y otros países del sur, nuestros emisarios de exteriores el 71 lideraron un inédito ingreso al movimiento de las naciones NO Alineadas con una denuncia colectiva de naciones del sur dando voz a miles de años contra la imposición de las potencias militares, en que la posibilidad de comunicarnos internacionalmente era muy segregada o de plano anulada. Al menos en Sudamérica Chile tuvo el respaldo regional que tanto costaba, en vidas, en este intento por la autoderminación muchos países hermanos fueron asaltados por el militarismo. El movimiento de naciones no alineadas buscaba la reconstrucción de una memoria colectiva, un gran meta relato de los márgenes, entonces los pueblos del sur redefinirían sus identidades ante el imperialismo y tendrían una relación simétrica al aliarse con muchos que sufrían sus mismas imposiciones. El gran BANDUNG fue SU PROCULSOR quien difundía en todo el mundo los horrores de la guerra fría, la mala conducta de las naciones significadas por el Oso y el Águila. Chile se sumó a esa denuncia tomando conciencia de que estaba siendo agredido por complotadores estadounidenses en la marina. El meta relato de la libertad que transmitía el sueño americano al final no fue más que la búsqueda de subordinación a toda costa.

Uno podría pensar que nuestro proceso constitucional esta siendo intervenido por alguna fuerza extranjera, pero eso es muy poco probable entendiendo el comportamiento electoral del Chile tras las movilizaciones de fines de 2019. Esas sospechas las tienen los mismos que ya se aliaron a otras potencias en el pasado, que recibieron dinero y que no entienden que su acto de traición ya no tiene defensa en la sociedad Chilena. Porque nadie es sujeto a presiones extranjeras para definir quién gobierna el país. No somos como ustedes podemos decir.

Digo esto dado el aparente retorno de las posiciones multipolares en la política internacional y como esto favorece la posibilidad de una nueva constitución bajo parámetros únicos de no intervención. Ni España, ni EEUU, ni Rusia, Ni China, han intervenido lo suficiente como para desestabilizar nuestro proceso de reunificación posnacionalista y abrazar la posibilidad de un liderazgo internacional que defienda la libre determinación de los pueblos. En definitiva los metarrelatos eran plomo y saboteo económico, incluso bloqueo en la más inhumana decisión de un estado a otro. Chile aprobando masivamente esta nueva constitución puede retomar el liderazgo regional a niveles de resiliencia democráticas que animan a toda la región a mantenerse como zona de paz. Los objetivos están enfocados en la disminución del conflicto social, el reconocimiento de todas nuestras culturas y en abolir las brechas de inequidad con una estrategia conjunta que promueve la re educación de miles de jóvenes que como los migrantes y duermen con su cabeza apoyada a los ventiladores del metro de Santiago ante la indolencia provocada por la sobrerreacción de los medios. Quieren dividirnos entre pobres, entre estudiantes y policías, entre migrantes y criollos, entre viejos y jóvenes. Esto obedece a la sobre reacción de la clase empresarial en un país que se las tiene que ver de nuevo con un saboteo económico que priva de una decisión relajada de los ciudadanos. Si bien no nos imponen acciones desde el norte como en el siglo XX según la hoja de ruta que estamos llevando, una nueva constitución creará un nuevo meta relato que dibujara una relación más equitativa al interior de la sociedad, como también en una nueva estrategia regional para que ningún país tenga que vivir otro golpe de estado en el siglo XXI, como lamentablemente sufrió Bolivia y que de buena gana su pueblo pudo contrarrestar.

2 El próximo paso después de Aprobar la Constitución del siglo XXI es el cambio cultural. Del neo liberalismo economicista al eco-desarrollismo en un proceso de educación sin ruptura social.

¿Qué sentirá la población cuando deba sostener el sistema desde la solidaridad y el cuidado del medio ambiente? ¿Cómo reaccionará la ciudadanía si los avances vitales son constantemente torpedeados por una clase dominante desmoralizada? Algunos dirigentes hoy tienen ese discurso único del <<manejo de las expectativas>> y parece que son los que menos controlan los anhelos de la población. Pero el principal argumento es que ha ellos no les gusta el giro del nuevo orden social, sumándose al criterio de los que creen que las inversiones no parecen resguardadas. Ellos, los defensores del viejo orden tienen un problema con la forma de administrar, y eran dependientes del Tribunal Constitucional que les demostró que si continuaba como el tangible muro de la constitución del 80 no le tocaban la oreja a ningún pez gordo, pero si a cardúmenes sociales que llevan un mundo alternativo en sus corazones. 

Este caso de cambio cultural es, quizá nada nuevo a la experiencia reciente en la que ya estamos viviendo acostumbrados al cargante modo de hacer política de la élite nacional. En definitiva es la desigualdad social lo que define a Chile estos 30 años, ese era el verdadero meta relato de la constitución del 80 que nos legó, la trampa es que ese problema se oculta constantemente en los debates electorales debido a que causa mucha irritabilidad de un sector de la sociedad chilena. Porque digamos la élite conservadora, no quiere mover la desigualdad de género, la inequidad económica y esos ficticios artilugios para hablar de raza, en un país evidentemente mestizo, esas son desigualdades que están consagradas en la constitución del 80, porque no las aborda. Las evita, como un sigiloso vigilante que sabe en qué momento aparecer.

Como la propuesta constitucional incorpora derechos al reconocimiento de la cultura precolombina presente en todo nuestro territorio intercontinental, ahí van los onerosos a criticar que se les otorga privilegios. Como la propuesta presenta un origen paritario y garantiza con 40 normas, la paridad, los derechos sexuales y reproductivos en el artículo 1, así como la violencia contra las mujeres. Según el nuevo texto tendríamos una evolución política, aprobando tendremos una Democracia paritaria, incluso en las fuerzas armadas y en las policías. Eso es re educación, en mejor de los sentidos posibles.

Hay otros casos más complejos como por ejemplo, consignar que los recursos naturales del país como el agua o el cobre son explotables hasta su extinción. ¿Qué priorizaremos cuando eso pase? Lo importantes es no cerrarse a ningún escenario, eso es educación, antes a los chilenos de clase dominante se le criaba sin en ningún momento prepararse para caer en la escala social. Eso es muy mala educación. Y veo que hay una apertura de cambio, se han permitido muchas mejoras en la identidad de los jóvenes, como también en sus manifestaciones por el cuidado de los recursos naturales. A lo Greta Thumberg nosotros les dejaremos que planeta a ellos, es válido hacerse la misma pregunta, ¿qué constitución le dejaremos a los hijos y los hijos de los hijos?

Creo que estas cosas tienen sentido como parte de una constitución moderna que refleja los cambios sociales a los cuales queremos llegar como país, en una conversación que se ha hecho de manera inclusiva en términos etarios y culturales con tolerancia. Apruebo sin dobles tintas el texto constitucional por la reafirmación de un/a Estado/a paritaria, solidaria y plurinacional. Apruebo porque esta constitución me garantiza:

  • Derecho a la Seguridad social durante toda mi biografía.
  • Derecho a la Salud, incluyendo la dimensión física y mental
  • Derecho a la Educación, toda mi vida luché por la educación pública y la libertad de enseñanza, sin sesgos económicos.
  • Derecho a la vivienda, a la mi ciudad y al territorio
  • Derechos laborales, libertad sindical y huelga
  • Derecho a vivir en entornos seguros con una distribución equitativa de las policías
  • Ecocentrismo y derecho al Agua

Otra de los grandes mal educados de la constitución de la dictadura son los bancos, y sus impunes dueños. Quienes ahogan a los ciudadanos con total impunidad y tienen a sus AFP sacando comerciales baratos para defender el modelo en el que siempre ganan pero se acabó. Por lo mismo el estado social de derechos y el sistema nacional de salud pública aliviarían los más sentidos deseos por justicia social que desencadenaron la revuelta o estallido social de 2019, sin este paso al desarrollo igualitario no podremos alcanzar un estándar de equidad social que tanto demanda la ciudadanía. El cambio constitucional busca destruir esos cimientos institucionales que están hechos para sostener un país de pocos ricos y muchos pobres. La constitución del 80 es el paraguas de los ricachones para mantener sus injustas ganancias, porque es esa constitución la que permitió repartirse empresas estatales y gozar de beneficios fiscales, habitar barrios segregados resguardarse por una proporción policial mayor que en el resto del país. Si no fuera por esa constitución Chile no sería uno de los países más desiguales del mundo. A ellos nunca les llovió sobre mojado pero siempre estuvieron protegidos.

La nueva constitución es el protector que puede ayudar a la mayoría de la población chilena a sentirse cómodos con el país que les hace trabajar más de 40 horas a la semana. Por ahí comienza el cambio cultural de este nuevo meta relato, el dominio de nuestra vida y la búsqueda de bienestar, no ligado a la animación del capital.

3. Aprobar para sostener los cambios. Sistema político pos-elecciones: El conflicto entre el día y la noche

El debate actual se centra en la reanimación de la constitución del 80 o en dejar que perezca por muerte natural democrática. El máximo defensor de esa reanimación es un grupo enraizado en el sistema político gracias a esa misma constitución, la UDI y los seguidores de Jaime Guzmán definieron representar a los beneficiados por le división de poderes, de hecho querían quebrar el camino que las mayorías habían trazado para congelar aún más las posibilidades de cambio ante las corrientes calóricas que viven cada cierto tiempo los pueblos resueltos a ser libres. Se enquistaron en el sistema político cuando este no existía, callaron ante las torturas y detenciones de opositores políticos. A la vez que en vista de los resultados del Plebiscito de 1988 y las elecciones presidenciales definieron una acción geminiana, a dos caras en que una era dadivosa con la democracia nacional, mientras en privado rendían culto a la constitución del 80, la del líder ideológico Jaime Guzmán, el arquitecto cruento de la victoria política violenta que se llevó la oligarquía de fines de siglo XX. Hago un fuerte llamado a la generación de la democracia a movilizarse para cuidar el respeto por las posturas contrarias, y no caer en la intolerancia que tuvieron nuestros padres o abuelos con sus compatriotas. Los que cambiaron el himno fueron ellos, los que no quieren ver el enorme futuro que tendrán los países que cuiden su medio ambiente y su paz social son quienes impiden ver las bondades del día, que llena de conocimiento a las mayorías dándole herramientas para su libertad y realización. Ellos son la noche queriendo cual inquisición defender su siniestra victoria amarrada en la última opción por rechazar la nueva constitución. Son esa oscuridad que miente, que tiene recursos para amenazar con despidos o lo que es peor, de ganar, mantener a un pueblo ignorante de las bondades del desarrollo, de la vitalidad que da el conocimiento. Entonces el sol emana como una verdadera democracia paritaria, directa y participativa sin sombras no tienen como vencernos. El cuadro se aclaró para muchos, no queremos ser más súbditos de nadie, ni de culturas vencedoras, ni de los grandes capitales. Solo queremos que estemos representados en ese gran cuadro social que estamos a punto de dibujar todos. Y pintar es un acto de coraje.

Sabemos que el miedo paraliza, que es quizás uno de los sentimientos que menos permite empatizar con el otro. Pero el miedo encierra, enceguece e impide la realización. Llamo a la generación de la democracia a tomar coraje confiar en nosotros mismos, que nuestros diálogos con quienes nos anteceden no nos hagan mejores, sino que menos antojados. Esta constitución si representa una cosmovisión de vanguardia, con profundos sentimientos de justicia y muchos pueblos esperan nuestra oportunidad para ser dueños de nuestros destinos, con nuestra visión del poder para dar paso a su liberación. Imaginen esos países con mayores índices de represión en América o en África, los que tienen guerras entre casi hermanos como ucranianos y rusos. Entre chinos y taiwaneses. A nosotros todavía nos queda la unidad. Aprobemos por la certeza de que se puede vivir en paz. Aprobemos sin oscuridad, sin miedo.

 

 

*Manuel Rodriguez después del desastre de Cancha Rayada

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