Poesía: Besos de cereza y otros poemas. Paula Castillo

 

DIOS LLORA EN SILENCIO

 

Dios llora en silencio como si fuera pecado,

su familia le dijo que los hombres no lloran y menos si son dioses,

que él es el hombre de la casa,

y no solo de la casa, es el hombre del mundo.

Le dijeron que solo los maricas lloran,

dios quiere ser marica,

dejar de ser él por un rato para poder sentarse a llorar en la silla de un bus,

quiere dejar de fingir que por ser dios no quiere arrancarse la piel

o que no siente ganas de llorar hasta convertirse en una lágrima

sin tener que esconderse en su pequeño edén de ausencias.

 

 

BESOS DE CEREZA

 

Siempre veía cómo las gotitas rojas del Bonice se derretían en su boca y se escurrían por sus dedos.

Le regalé todos mis tazos, la serpiente más larga de plastilina y mi postre del almuerzo,

los días húmedos nos obligaron a construir una casa para las dos en un rincón del jardín de niños

donde ocurrieron las mejores orgías entre las barbies que no querían conocer un Ken,

un sin fin de desayunos hechos con flores de potrero y bolitas de papel crepé.

 

Bajo la mesa de plástico rosada, cubierta por almohadas y cobijas

juntas atesoramos juguetes robados, nubes con las formas más curiosas

y la ternura de nuestras lenguas teñidas de rojo enredándose a escondidas.

 

 

 

Paula Alejandra Castillo (Bogotá 1998) Actualmente cursa el pregrado de creación literaria de la universidad central. En 2019 obtuvo el premio nacional de poesía «La palabra espejo sonoro» de la casa de poesía Silva. Algunos de sus poemas aparecen en la antología «Como la flor, voces de la poesía Cuir colombiana contemporánea» editada por editorial Planeta en 2021.

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