Camina fuera del camino
Te siguen los reyes con sus llaves de oro
quieren rasgar tu garganta para extraer las flores del mal
no corras camina fuera del camino
tuerce al linaje de la piel que no se mancha ante el deseo de ser sagrada carne
no concedas la cuerda vocal al silencio de los ojos
no abras la palabra, aunque la sed implore su manantial
no aúlles, aunque todas las lobas deslicen la luna a tus pies
no te gires pequeña cleopatra la pirámide se ha invertido
y flota sobre la cama una partícula no bautizada
los milagros nunca fueron tan certeros como el error de la existencia
nadie regresa al lecho donde se ha muerto al sudario de la estrella
y esta noche
nos alumbra
Concédase el tesoro del todo
Maldito duque
dame de comer ostras japonesas
el banquete de las hienas y los dioses
no alimenta
a esta musa de hachís
reliquia pálida mujer perla
que lustra sus huesos de nácar
y abre las piernas ante la nada
Concédase el tesoro del todo
Nací muerta y moriré pagana
en la catedral
o en el bosque sagrado
extraída de la tierra baldía
donde parí a los hijos
de la colmada eternidad
Cuéntame
Con aplomo de hondura
sobre este regazo de reloj
muerde al segundo
y cuéntame
a qué sabe el ahora
Escupes sobre mi boca
se hizo demasiado tarde
Los hombres no hacen cascabeles
Sólo quiero que el mar
anude sus puños contra mi espalda
que mis huesos le arranquen la sal
que nos miremos
azules a los ojos
tu inmensidad es una poza
en mi río de infinito
cuido al enjambre que hace parir las estrellas
trepo al árbol
a la nube
y al techo del cielo
me cabe el eco
en la palma de la mano
para tocar la puerta del otro mundo
y mecer los esqueletos
cuido la sombra de los muertos
en el cuerpo de los vivos
sostengo a la ortiga y le engendro al lirio
tu boca es un muelle vacío
y nadar conduce al destierro
tu nombre es isla universal
Los hombres no hacen cascabeles
con piedras
ella comía vidrio
ella comió vidrio
y lloró ventanas
para mostrarte infinitos
horizontes imaginarios
que no imaginaron juntos
ella cuidó el jardín
regó las plantas
y junto a los caracoles
que comían las hojas
más verdes
más sanas
se tendió
a morir
Paisajes fantásticos
En su castillo de nubes
se suspenden los juicios en las ventanas
escurren los niños rasguñado los vidrios
con monedas de peltre y plata
tatúan paisajes fantásticos
que ahogan los fantasmas
bajo el agua
con vista a sus ojos
los monstruos no saben hablar
y le cantan respiraciones apacibles
como el destierro
las mujeres vienen a peinarla
diademas de fractales en su pelo
y le cantan ambiciones apacibles
como el encierro
niña cierra los ojos
exhala
hasta vaciarte de aliento
MUJER
inhala la vida
que no tendrás
La realidad es una ficción acordada
Esta noche sobre la mesa se tenderán las palabras
y mis brazos
canta en mi oído
mi tímpano es tumba del juicio y la justicia
canta canta canta no respires canta canta canta
no me hagas dormir aquí no hay niños que cuidar
nadie pidió futuro ni cordura nadie pidió flor ni reloj
canta canta canta no respires canta canta canta
los muros son camas verticales
nuestros cuerpos sostienen al techo
entrelazados nada nos puede desplomar
si te he de amar si he de amar
será sin medida
instante a instante suma
potencia
de eternidad
Gabriela Paz, periodista y licenciada en comunicación social, es poeta, co traductora de poesía kurda. Integrante de la Sociedad de Escritores de Chile, Auch! Autoras Chilenas Feministas y de Colectiva Gacela. Reseña Literatura, ha colaborado con revistas como: www.cactuscultural.cl, el periódicosueco Bulletin, Buenos Aires Poetry. Es productora y entrevistadora del programa de literatura Palabras peligrosas de Universidad Sek. Ha sido publicada en diversas antologías, traducida al francés, italiano, inglés y sueco, publicó los libros de cuentos Bígota y el río y Helena y Zeus. En poesía, publicó El silencio de los intervalos el 2016 con Signo Editorial, el poemario ilustrado Fieras el 2018 con Signo Editorial, Pilucha como poemario independiente en formato digital el año 2020 y La Geométrica danza de las asimetrías por Buenos Aires Poetry, 2021.