Poesía: La voz de la guayaba y otros poemas. Gabriela Rosas

Créditos: Alejandra Flores

 

La voz de la guayaba

Para hablar del vacío hay que estar lejos

lo que quiere decir que hay que estar dentro

uno lo intenta

uno se acerca     se ata la soga al cuello     se contonea

ilumina la herida propia para disimular la ajena

 

uno intenta el vacío lejos de los árboles

y se da cuenta que no puede

 

uno se muda de sí mismo

todos lo ignoran

e intenta silenciar el ruido de los otros

 

uno descubre en la guayaba el sinsentido de la vida

el esto     el aquello     el no lugar

uno lanza la guayaba contra el piso y llora

 

uno se abraza al vacío para morir un poco

porque uno se imagina el vacío solo

 

uno se va a morir

quizás no hoy

pero algún día

uno siempre lo sabe

 

un diente de león se agita a media noche.

 

a  Carlos

El cielo arde en el duelo.

Ahora que duermes,

rezo,

por si algún dios escucha,

que puedas,

separar las flores,

de la ausencia.

 

El último respiro no es un buen lugar,

el último respiro arma a los ángeles,

es  difícil de entender,

nada consuela.

Cuando tu voz se quiebra, vuelve, vuelves, todo renace.

Que el mar no sea tu enemigo.

 

 

Tomas mi cuerpo, amor, mientras rezo tus labios. Pronuncio palabras que solo nuestro deseo me dicta. Cierro la puerta a cualquier noche en la que tú no existas. Voy de blanco, de negro, voy desnuda y  contigo. Te amaré lo que dure.

 

 

Tengo un ciempiés caminando por dentro

el adiós.

Tus ojos al despedirnos aquella tarde.

El pecho lleno de espanto.

Este país, plaga país.

Solo me queda esperar la lluvia ácida.

 

 

El olvido es ver cómo se derrumba la casa con tu madre adentro.

  

 

“Dime por favor cuál es la noche”

Jorge Luis Borges

Dime

cuando alguien se cose una herida

con la madre adentro,

sin memoria que tome tus manos

¿Cómo suena una casa mientras cae?

 

Ahora trata de dormir,

canta un recuerdo

que despierte la madera

para incendiar los retratos, las hélices,

el vacío.

Lo que nunca más.

 

Nadie me soñó,

por eso escribo.

 

 

Exilio

 

¿Qué hago yo ahora

con cuatro estaciones?

 

(Inéditos)

 

 

Postal

Una boca es solo eso
hasta que te abre en dos
y habita la tormenta que eres
entonces, tiemblas

en una boca cabe toda la lluvia.

(Quebrantos)

 

 

El hombre se desnuda por toda la casa. Se mece, prepara el café, enciende la televisión, bebe un poco de agua. No me ama lo sé. La cena no siempre es en la boca, me cuenta su parte de la historia, se arrodilla, lo levanto, le miento, nos mentimos. Pasan dos años. El hombre llora, como un niño llora. Me niega, tres veces me niega, luego me acaricia. Vuelve con girasoles en una bolsa roja, me planta su ternura en la cocina. Lo miro, trae un caballo, sin montura, trae un caballo.

El hombre sabe que el abrazo pequeño me conmueve. Viene a decir que el mar, sus altas olas, sus orillas, no eran imaginaciones. El hombre se duerme sin dar la batalla, la noche se le quiebra junto al pecho, el pecho queda solo. No hay nada más triste que la soledad de alguien que pudo ser amado. La noche sobrevive, el hombre no, al hombre se le mueren las caricias.

A oscuras, todo es tan claro.

 

(Con Truman y sin ti)

 

 

He visto tu corazón
y duele.

(Descarrilada)

 

 

Gabriela Rosas. Caracas -Venezuela. Poeta, aforista, narradora y editora. Ha publicado los poemarios La mudanza (1999), Agosto interminable (2008) Editorial Eclepsidra, Venezuela. Blandos (2013) Editorial El Pez Soluble, Venezuela, reeditado en 2021 por la Editorial Petalurgia, Madrid. Quebrantos (2015) Ediciones del Movimiento, reeditado en 2018 por La Bienal de Literatura Lydda Franco Farías.  La entrega de aforismos Descarrilada (2022) Editorial Petalurgia, Madrid. Sus cuentos han sido compilados en la Antología de Cuentos Postmodernistas (2014) NSB Ediciones. Ganadora del Primer Premio Nacional de Poesía para Jóvenes  Juan Antonio Pérez Bonalde (1995), ganadora de la Bienal Nacional de Literatura Lydda Franco Farías (2014) mención poesía. Forma parte de diversas antologías en Venezuela y otros países. Recientemente incluida en Nubes-Poesía hispanoamericana, publicada por la editorial  Pre-textos. España (2019) y Poesía en el pecho, La Hoja Poesía Viva. México (2021). Ha sido traducida a varios idiomas. Desde el año 2015 lleva adelante el programa Poesía en el aula, iniciativa sin fines de lucro, que busca promover la lectura de poesía en las aulas venezolanas desde temprana edad, como eje transformador en la educación. Es editora de la sección  Joven Poesía de Venezuela en la revista Letralia y dicta en ella talleres de poesía on line. Es editora de la sección La poesía es hembra, para la revista mexicana Los Enjambres, entre otras. Redes:  Twitter: @magarosas / Youtube: Magarosas

Una respuesta a “Poesía: La voz de la guayaba y otros poemas. Gabriela Rosas”

  1. La poesía de Gabriela Rosas es un instante, pero un instate de se adentra en el ser desde la boca y descubriendo cada sensacion del ser. Respirar es vivir la poesía que ama, que se transforma, que siente el dolor de la intimidad. La poesía para Gabriela Rosas tiene infinidades de paisajes en aquel sentimiento de la desolazione y del encuentro.
    ErikaReginato
    #diasesanjose #cuatroestacionesungaretti

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