Poesía: Insomnio y otros poemas. Claudio Ernesto

 

 

INSOMNIO

 

I                                            

 

¡Ay, noche!

dame una tregua

no puedo despertar de este insomnio.

 

II

 

Tomé el pijama con frenesí

lancé y desparramé la ropa del día

apagué la lámpara

cerré las persianas,

instalada la mirada fuera de toda luz

acallé el corazón y solté el pulso.

Acerqué la luna en mi pecho

con el máximo propósito de soñar

y esperé toda la noche el instante aquel.

 

III

 

Aviso de utilidad pública:

No molestar, hombre aún despierto.

 

 

Santiago

 

Llueve en Santiago

impacientes sus calles

sufren

ira de barricadas

pobrezas que duermen olvido

burbujas en frustración.

Puro Chile tu cielo nublado.

 

Confundidos en teorías

y cristalinos en el caos

de no reconocernos,

naufragamos.

 

Dibujos en la oscuridad

de una huérfana violencia

mientras preparan sus nidos

los pájaros al atardecer

y el callejón recibe la lluvia

la lluvia desilusión.

 

Santiago estira su geografía al alba

despiertan los temores

 

 

CREACIÓN

 

A todo viento las rutas se desgranan

en los puntos cardinales de la hoja en blanco.

Llevan la necesidad del invierno a los jardines,

llevan las acequias, los charcos y las escarchas

hasta el rayo, encendiendo colores y fragancia.

 

Estiraré la noche sobre la geografía de la pluma

inflamaré el adjetivo entre el frio y la niebla

asirlos de la mano, salvarlos de la selva

y con un soplo de tinta esparcir la vida

a pesar de los cadáveres cargados en la espalda.

 

La semilla suspira sobre las estacas

desata alas de sus propias anclas

siembra libertad a las ideas nonatas

hasta despuntar la flor y parir el fruto.

 

Heme aquí en el nombre de este siglo

desinfectando perturbaciones

listos para alzar los intentos y deslizar

la mejor respiración posible.

 

Prefiero morir en el intento de tus fuegos

en la condición alerta de tu marea alta

sobre las superficies de toda palabra

una tarde preñada de intención

y una intención, preñada de surcos.

 

 

INOCENCIA

 

Las señales de tu cuerpo

anuncian media noche.

 

Nos enloquece tu inocencia

de incontenible fuerza

por desbordarme

con desparpajo de rieles.

 

Nuestras sábanas hablan

entre húmedos aires

la noche alarga su viaje

hasta nuestro cansancio.

 

Las señales de tu silueta

abren cristales desnudos

susurros vírgenes

y construyen la primera huella

de repentinos volcanes.

 

Llegar a tus colores

al sonido de la hoguera

desatar el instinto

que ha tejido un manto de sed

es sorprendernos

es volatizarnos en el tú y yo

vestidos con trozos de placer.

 

 

Claudio Ernesto nació en Santiago de Chile en 1963. En el ámbito de la poesía ha publicado el poemario: “El Título queda Pendiente” (PdE 2020) y participado en las antologías “Voces a la noche” (Lom 2017) “Debut” (Santiago Inédito 2018) y “Tiempos Fragmentados (OS Color Ltda.2021) “Doce miradas tras el cristal” (La Trastienda, 2022). En el ámbito narrativo ha participado en tres antologías de cuentos en los años 2015, 2016 y 2020. Escribe como una forma alternativa de respiración, como una forma alternativa de caminar y seguro de que, a través de esto, haya garantía de darle a la sobrevivencia, tanto razón como vías hacia la emoción.

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