Reseña: El patio que llevamos bajo la piel de Nino Morales. Por Jorge Cocio

 

           El patio que llevamos bajo la piel. Comentario al libro Los patios contiguos

Por Jorge Cocio

 

“Como en las noches de verano / que salía a matar/ como esas noches de verano /llenas de felicidad “- Los Espíritus- Noches de verano.

Los patios contiguos es el nombre del poemario de Nino Morales (Puerto Montt, 1991), poeta y guionista que presenta una propuesta que va reflejando una visión de mundo urbano e íntimo sobre lo cotidiano que se aprecia a lo largo de tres secciones (Charcos de asfalto,  Algunas ficciones y Descenso) que se van entretejiendo mediante lo poético a las zonas de desigualdad, pero que no por ello carecen de belleza y trascendencia.

Así tenemos el poema que inicia el libro: Hurgo en el vertedero, el cual abre con las siguientes palabras: “Ninguna mano vendrá / a levantarme del charco / Embarcaciones perdiéndose/ en el horizonte rojo de la infancia./ Los quiltros de siempre/ y la tristeza bajo sus patas./  En los flippers de Antonio Varas/  jugué mis últimas monedas. / Y en una intersección oí decir a una chica: / me gustaría morir lentamente./  Yo pensé en bengalas / cayendo en el mar”. Donde la desolación y nostalgia aparecen en versos dispuestos a encontrar aquellos lugares olvidados.

Esta sensación se va desarrollando como un texto posterior como La noche anterior al año nuevo, donde el autor escribe: Habíamos estado con Reyes /  bebiendo unas botellas  / leyendo a No Vásquez /    sacándole el rollo a un videojuego./  Desde el segundo piso  / en los patios contiguos /  se podían ver sábanas colgadas. /  El rojo pardo de las manzanas en la mesa. /  La garúa nos parecía un sueño futurista  / de aviones abandonados en cualquier aeropuerto. /  –Tenemos todo el futuro por delante aunque la muerte nos pise los talones–  / Al día siguiente /  partimos al embarcadero. / Un ejército de cholgas  / nos abrieron las fauces.

Entonces, ¿hacia dónde transita Nino Morales?, ¿qué nos quiere decir debajo de sus palabras?. Desde mi punto de vista Los patios contiguos es parte de un tipo de poesía que no busca hacerse cargo de los “grandes temas”, sino más bien a través de su encuentro con el día a día busca y simboliza inquietudes de una generación en tránsito, y por ende con esa nostalgia fuertemente presente ante la velocidad. Esto lo veo reflejado en el texto Los profetas de la esquina, donde dice: Amanecen desnucados. / No comprenden sus códigos. /  Bajo el delirio de los álamos / los olvidados / sedientos de chorreo y amor. /  Rubí tiene alambres en su cintura. / Baila una cumbia.  / Les sembraron la duda.  / Chile es una gran duda /  un signo de interrogación./ Sujetos a las barandillas de metal / vomitan rabia en los basurales.

Por lo tanto, Los patios contiguos es un libro que deambula hacia zonas que mucha gente prefiere evitar, pero donde también puede existir la belleza sea en  una cancha de fútbol, cartones tirados, carreteras de medianoche dedo o perros sobreviviendo en las calles (que pueden significar el retorno a la naturaleza e inocencia perdida) o hasta en los vidrios rotos; porque todas esas cosas, seres y lugares son un algo con importancia que de alguna manera la palabra puede rescatar para vincularlas para permanecer en la memoria colectiva.

 

 

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Nino Morales

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