I
Nunca fui la ilusión de alguien, la caricia eterna, sentida,
El suspiro a media noche, la emoción desenfrenada.
Creo, entonces (con poca fe)
Que el amor es mentira o estoy hecha de sombras
y que sólo he contemplado la desdicha en la vida
que me fue otorgada.
Nunca fui la ilusión de alguien y me quejo temerosa,
Como niña en la oscuridad, como dolor en el pecho
Que no tiene cura.
A retazos.
II
Sé de la libertad de mi alma cuando te tiene
y de su ausencia cuando te escapas.
de unos silencios a media noche que gritan más que las palabras,
de tus cantos, de tus sueños, de tus miedos.
Sé de unos besos que se buscan, de una caricia que no acaba,
de un misterio en esos ojos cuando me miran,
del camino recorrido bajo el manto de la luna,
de tu mano en la mía, de este sentir.
Sentir que solo entiende quien ya lo vivió.
dé de una vida que te espera lejos de todo,
lejos los dos.
III
sabrás cuánto te extraña mi alma
cuando de naranja se pinte el cielo,
cuando la madrugada llore sobre tus hombros,
pidiéndote consuelo.
Wendy Thalía Morelo Bonilla. Amante de los atardeceres sinuanos en su hermosa Montería-Córdoba. Docente de pre-escolar y escritora de vivencias, recuerdos y amores que fueron. Se refugia en la poesía porque es el único lugar donde no se cuestiona el dolor, donde la forma de abrazar el dolor es escribiendo. Veintisiete años de edad en los que la vida misma le ha enseñado el sentido de la palabra escrita. Seudónimo: A retazos.