Dos poemas. Adrián Chaurán

 

I. Amanecer

 

mi paso/ sombra/ temor no te alcanza,

a tu huir por las riberas vespertinas,

aguja, metal entre las pestañas, gemido.

Espero silencio de algas y de cóndores,

el irse de los otoños

en la desnudez de la arena,

en el grito acompasado de las calles;

por una inmensa vía de urna: la vida,

es un parpado obligado a ser pozo.

Quiero ser rugido, ser calendario u hollín,

quiero ser espina e intensa agua rasgada,

remolinos de la melancolía, con sed de viajero;

se abrirá la noche acompasada en mi cien

destruida, esperanza, o muerte, rencor.

Quiero escapar del bosque que calla,

yacer en las tierras húmedas de sangre,

como mar que ignora la estela mansa

de sus incontables ahogados de querosén.

Quiero ser cansancio o carnívora sospecha,

el tiempo que se empoza en el cuerpo,

destructor, arremete, torpe, contra el pálido frío,

ay, por alcantarillas verdes se muerden los pájaros,

y pregonan la sequía del amor.

 

 

II. Noche

 

Quiéreme o desnuda esta sombra

que nos ampara masticándonos;

dame tus parpados, tus ojos, el eco, tu lengua;

inúndame con el salitre de tu vientre;

con el adiós breve de tu sexo;

enajena, mis labios, mis pies, mi existencia,

la verticalidad de mis costillas,

mis huesos que se rehacen en tus uñas;

grito, estertor de olas, soledad de raíces,

soledad en la pupila, soledad del alba;

caricia que recorre encendiendo horizontes;

hoguera en mi garganta, te abrazan

mis brazos como sierpes austeras.

Delante, cruza la noche tu reposo,

entre las velas de tu canto y tu silencio,

ahogándome en el sollozo de tu cuerpo.

¡Luna, hierro confundido con la muerte,

muerte en el olivar que llorará

hasta caídas las trompetas y los sellos

por mis vetas, buscándote, buscándote, oh soledad!

Agotada tristeza de ala derramada;

por las filas de tus piernas el eclipse

se abraza raudamente a mi espalda

hiriéndome, mientras mi aullido se mezcla de sombras:

eres entonces la luz, el latido diseminado de tus duelos;

quiéreme, o deshaz los cerros y el cielo sanguinario.

 

 

Adrián Chaurán (Lechería, Estado Anzoátegui, Venezuela, e17 de diciembre de 1999). Actualmente estudia “Lengua y Literatura” en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL). Tiene una breve selección de poemas en la página de la Editorial J. Bernavil, en la revista literaria Letralia; en la Revista Literaria Autores, de España, como entre otras; Mención Honorifica en el III Concurso Internacional de Poesía J. Bernavil 2022, en la Categoría Joven.

7 Respuestas a “Dos poemas. Adrián Chaurán”

  1. Una mezcla de palabras que dan justo en el clavo y generan un impacto realmente fuerte en el pecho. Un nivel altísimo el de Chaurán.

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