Poesía: Oda a Mnemosine. Adrián Chaurán

 

 

Oda a Mnemosine

 

 I.

Inmenso cielo de fulgor y de caída,

retornan años, retorna una línea

como espejo, como tigre azul del verbo,

a las esquinas de la reminiscencia.

/Decaen cuerpos como caricias sin sonido

sobre mi cuerpo que busca en labios

el albor de la lejana raíz del mañana/.

 

Mnemosine tus ojos descienden vertical

sobre el carbón de mi herida,

extensa, un río me traerá voces desde el abandono,

debajo de los huesos, de la dura veta,

como ramificación de la perplejidad,

 

en donde tus manos aguardan al vestigio;

seré la culminación de esta noche, el tiempo;

lo próximo, lo no consumado por el odio;

mi rostro de niño en fotografía amarillenta,

la voz de una mujer, el acontecer del amor;

todo lo perdido en el laberinto del recuerdo;

lo infinitud de fragmentos sin anhelo, un beso;

una saeta de sangre sobre mis ojos.

 

II.

Leteo, advenimiento del horizonte,

/es tu orilla un breve beso/

como tu cuerpo, náyade, sobre la hirsuta luna,

beso, de eclipse y perdón;

se han perdido tu desbordamiento

en lo íntimo del río,

en una caricia de puñal o de vastedad,

tú, tú, amor de mundo, de espada,

trozo, vertiente a las fosas/ de materia luminosa,

sino todo lo vivido, lo inmediato,

respiras/ acaso en la fragua de tu vientre/

bebiendo de tus ojos como un grito,

ser, ya no memoria/ ser lo deshecho.

 

 

Adrián Chaurán (Lechería, Venezuela, Estado Anzoátegui, 17 de diciembre 1999). Actualmente estudia “Lengua y Literatura” en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL). Tiene una breve selección de poemas en la página de la Editorial J. Bernavil, en la revista literaria Letralia; en la Revista Literaria Autores, de España, como entre otras; Mención Honorifica en el III Concurso Internacional de Poesía J. Bernavil 2022, en la Categoría Joven.

4 Respuestas a “Poesía: Oda a Mnemosine. Adrián Chaurán”

  1. La poética de Chaurán, tomando otros caminos más allá de sus temas recurrentes es algo que alcanza un pico lírico de otro nivel. Más que una oda a Mnemosine, el poema entero es una oda a la lírica misma. no

  2. La voz del poeta recrea varias historias y lo hace con acento desafiante. Hay en su composición varios caminos, pero todos conducen a la emoción que comparten: la pasión.

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