Poesía: Deriva astral. Andrea Capllonch Pérez

Imagen: Nancy Cortés (@ilustradora_mexicana)

 

“Pero sobre tu pequeño planeta te bastaba mover tu silla algunos pasos. Y contemplabas el crepúsculo cada vez que lo querías”.

-Antoine de Saint-Exupéry

 

Prometí cortar las raíces

que invaden mi órbita,

deshacerme de las malas hierbas

y darle de comer a mi manso corderito

 

pero mi cordero

ya no tiene hambre,

sino para raíces de

ceibas y flamboyanes

 

Prometí no permitir

que la angustia del destierro lo atormente,

ni que devore mis entrañas

hasta que no pueda alimentarme

 

la realidad es que

en este satélite no hay qué comer,

salvo recuerdos de

 

almidón, cielo y sangre

que veo en las noticias,

en mi celular y en el rostro de mi abuela

 

Prometí alguna vez

no sumergirme en la tiniebla espiritual

de un designio ofuscado

por la añoranza

 

pero este frío ajeno

me adormece igual,

y resulta que

este absurdo es inevitable

 

mis faroles no se alumbran por sí solos,

y ya se hace tarde.

 

 

Andrea Capllonch Pérez (San Juan, 2000) es una editora independiente y estudiante graduada de Literatura Comparada en la Universidad de Puerto Rico. Su poesía ha sido publicada en algunas revistas literarias, tales como Tonguas y Kametsa. En su tiempo libre, disfruta ir a conciertos de artistas locales, darse una rica taza de café (o dos) y acurrucar a sus dos gatitos. Actualmente se encuentra en el proceso creativo de su primer poemario, Romanti(sismos).

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