Han pasado más de cuatro años desde la primera publicación de Matadero Franklin del autor chileno Simón Soto que sigue manteniendo viva la tradición moderna chilena. La novela retrata la realidad que se vive en Chile, no solo contando una historia entre sus páginas, sino que capturando la forma en que nos expresamos, las características de las tradiciones familiares chilenas, el lenguaje utilizado, los juegos y canciones típicas como la cueca, la comida, las celebraciones en familia y los hechos delincuenciales que ocurren, logrando construir a la medida una imagen de la capital santiaguina, entre muchas otras.
Esta novela, publicada por primera vez en el 2018 por la editorial Planeta, va más allá de contar una sola historia. En realidad, condensa múltiples realidades que parecen estar entrelazadas e interrelacionadas. Estas historias tienen como escenario el emblemático matadero Franklin, donde los personajes forman parte de este espacio capitalino que rebosa recuerdos, historias y diversas tradiciones chilenas. La novela no solo nos sumerge en la vida del Cabro Carrera, un joven que se desenvuelve en un entorno marcado por la marginalidad, la desigualdad, los robos y la constante delincuencia. Sino que la historia nos lleva por los inicios de este delincuente ágil y astuto en el arte de robar, aprovechando cada oportunidad para despojar a los transeúntes. Esta escena nos muestra claramente esta faceta de su vida:
La mujer, observa el Cabro, lleva su cartera firme colgando del antebrazo y este pegado al costado derecho del abdomen. Todos estos detalles están estudiados por el Cabro justamente para agarrar las asas de cuero de la cartera y tirarla con todas sus fuerzas (54).
La historia no sólo cuenta esta realidad, sino que es tan heterogénea, y plagada de diversos ambientes, que es también la historia del Lobos Mardones, un matarife experimentado del barrio Franklin, que con sus virtudes y desvirtudes representa la imagen tradicional de un padre de familia que se deleita con la cueca chilena, que es ágil con el cuchillo, el cual representa dominio de la sagacidad y astucia y que también es amante de los caballos. Es lo que representa la siguiente escena:
El lobo, un matarife de espíritu, que no solo domina el arte del cuchillo y es capaz de realizar cualquier labor de la faena, sino también un cuadrino en ley, un hombre discreto, sobrio, pero que se hace respetar cuando es necesario, como lo ha demostrado frente a otros matarifes de cuadrillas vecinas (66).
Además, se presentan los actos delictivos de Torcuato Cisterna, un personaje peculiar y extraño que viaja a Argentina con la ayuda financiera del Lobo Mardones y que, al regresar, intenta devolverle el favor. Sin embargo, ha experimentado un cambio significativo y ha mejorado tanto en términos económicos como personales. Ahora regresa como un líder de la mafia que va acumulando una gran fortuna dentro de los ambientes del barrio Franklin. Estos aspectos se pueden apreciar a lo largo de la trama del libro cuando el personaje regresa de Argentina:
Ha regresado al barrio Torcuato Cisterna, al parecer transformado en un señor, con dinero, porque las vestimentas suyas y de los hombres que lo acompañaban eran nuevas, evidentemente, y de excelente calidad […] Torcuato había empezado a adquirir algunos locales comerciales (85-100).
Otra realidad que podemos presenciar en la novela de Simón Soto, son los acontecimientos de la Luchita, o mejor dicho de María Luisa, una mujer que se describe en la historia, como de estatura baja, cuerpo delgado y fibroso y heredera de todas las destrezas de su padre. Una mujer que es víctima de la realidad de violencia de género y machismo, el cual su madre sufre, y ella por graves motivos huye a la capital.
Por eso reitero, que esta es la historia de las historias, ya que hay múltiples y variadas realidades que intentan sacar la voz, en un mundo que lo organiza una suerte de mafia, que simboliza las extorsiones, las peleas y el capitalismo, que está impregnado en la transacción de la merca. Por ejemplo, en muchas de las escenas que podemos presenciar bajo esta realidad se encuentra aquí una cuando se dice:
-Yo vengo hacer negocios, Toto. Y usted también […] qué es lo que nos quiere vender caballero -interrumpe el Oscaro. La pregunta quiebra la conversación del Toto y el Gringo. -Tranquilo, hermano. Para que nos vamos a apurar- le dice el Toto (87-88).
Esta novela narra los sucesos y acontecimientos de ciertas familias, que a primera vista pueden ser peculiares, pero que a su vez reflejan las tradiciones arraigadas en la sociedad chilena moderna. No me refiero únicamente a los aspectos delictivos, machistas y a la organización de una mafia, sino también a la singularidad de la imagen de una familia y cómo este concepto se muestra en la novela. Por ejemplo, se describe una escena que representa la imagen típica de una familia, cuando se menciona que:
Estaba bajo el parrón y el negro Jorquera con su gente han juntado varias mesas para que alcancen a sentarse todos los invitados de Torcuato […] Lo acompañan hombres de recia estampa, todos visten de impecable terno, de sombrero, con pañuelos sobresaliendo del bolsillo de la solapa […] En la picá del Negro Jorquera se entonan versos sobre cuadrinos, sobre el viejo barrio matadero, sobre la gloria de maleantes desaparecidos (82).
En esta pequeña cita hay varias realidades que se condensan a la misma vez, por un lado, tenemos la escena de una fiesta animada, en la que se está celebrando la llegada de una persona, pero al mismo tiempo se evidencia la cultura popular y los encuentros de las familias, para tener un momento de reencuentro, que a la misma vez se manifiesta una referencia cargada del barrio y los personajes marginales que se conectan con la identidad de las raíces de una cierta comunidad.
El lugar de escenificación, metáfora y ambiente que el autor decidió escoger para contar una historia, no pudo haber sido el más correcto a la hora de llevar una realidad tan singular como esta, donde se encierra un relato descarnado y que está rodeado de personajes singulares que le dan vida a una novela de múltiples intensidades. Matadero franklin, es un lugar de chile, que no solo cuenta con una larga existencia y un legado que ha sido más que de tradiciones, sino que también es testigo de innumerables tradiciones familiares, en el que se entrecruzan la colectividad del escenario, la agonía, los enfrentamientos entre familias del mismo sector, sino que también, en donde se encuentran en constante tensión una vida de marginalidad y de supervivencia, en el que el autor fue capaz de captar con total lucidez y maestría, el lugar donde todo pasa, pero a veces en el que nadie se logra enterar de los sucesos que se envuelven por eso lados. Matadero Franklin es una novela del chileno Simón Soto donde narra un sector de Santiago y de sus barrios, el cual es el matadero y sus personajes que simbolizan una realidad de vida.
Se puede argumentar con seguridad que esta historia es una representación destacada de la narco-literatura, ya que aborda de manera completa el mundo criminal y el crimen organizado. Se centra en la venta de productos ilegales, como las drogas, y muestra la violencia como una forma de corrupción y obtención del mercado entre los personajes involucrados en estas bandas narco. La historia busca visibilizar un realismo crudo, mostrando los aspectos más peligrosos y desafiantes de adentrarse en el mundo del narcotráfico y la delincuencia. Al involucrarse en actividades ilegales, como las que realiza el personaje Torcuato Cisterna para expandir su dominio y obtener ganancias, se desencadenan consecuencias brutales y bárbaras que exploran sus motivaciones y dilemas éticos. Estas escenas están alrededor de todo el libro, pero se sumerge mucho mejor con los actos que acarrea uno de los protagonistas, llamado el Oscaro, cuando se nos dice:
Observa el polvo por varios minutos. El Oscaro está sentado sobre el inodoro. El baño huele a orina […] Inhala el polvo por ambas fosas. Y eso hace. Aspira el polvo blanco ahora por la fosa izquierda y el efecto vuelve a repetirse. Traga saliva porque siente la garganta apretada. Los sonidos se hacen más intensos, más claros, más poderosos. La luz artificial se vuelve más clara, más penetrante a sus ojos (94).
Es evidente que el entorno en el que se encuentra el protagonista es desagradable y degradado. Sin embargo, es en este mismo entorno donde decide probar la droga ilícita conocida como “polvo”, experimentando así una intensa y poderosa experiencia sensorial en su cuerpo. Este es el ambiente, el mundo, la realidad, el contexto y la situación descrita en las páginas de la novela del chileno Simón Soto Matadero Franklin (2018).
Simón Soto. Ha publicado los libros de relatos Cielo negro (Montacerdos, 2021), La pesadilla del mundo (Montacerdos, 2015) y La Sangre y los Cuchillos (Planeta, 2020); además es autor de los libros Todo es personal (U. Diego Portales, 2020) y Matadero Franklin (Planeta, 2018), galardonado con los premios Mejores Obras Literarias 2019 del Consejo del Libro y la Literatura y José Nuez Martín. Como guionista, ha formado parte de las telenovelas Demente, Peleles, Secretos en el jardín, Preciosas y en la última temporada de Los 80, todas emitidas en importantes canales de televisión del país. También coescribió junto a Bernardo Quesney la película Historia & Geografía.
Jorge Estay Ávila (Santiago, 1998). Es licenciado en letras y literatura de la UNAB. Es editor y creador de reseñas y letras en resistencia. Es actual estudiante del programa de pedagogía en media de la UNAB. En su tiempo de ocio y entretención le encanta escribir poesía y cuentos, que van relacionados a lo político, social e histórico.