Creditos: Joaquín Morales, Retrato a lápiz de Mario Casartelli Aalcandara, 1985.
Nota: poemas del libro musica ficta semitonia subintellecta
canción de cuna para un autómata
Mes esperis se combat a Nature
Dedans mon corps
juguete de medianoche
(porque el amor auténtico se nutre de juguetes
y su mejor relojería canta en sueños)
en tus ojos de acrílico purísimo
contempla mi mente ensimismada
los reflejos de lo que no es ella,
naturaleza combatida por fugaz,
y así más verdadera
dejame entonces, juguete,
que te entienda y te describa
con la ciencia natural que te acuna y adormece:
rocío del pensamiento en plena gloria de condensación,
la mitad de los fantasmas que pastan en los sueños
te saluda por error como al dueño que los llama,
la mitad azul de la mitad restante
las uñas se muerden viciosos
en la delicia de la destrucción de su filo natural,
y quién no quiere, juguete,
quién no quiere desarmar la luna y
componer con sus resortes, doce,
un pierrot semiautomático.
juguete de medianoche:
el movimiento está definitivamente demostrado
por la hermosa lentitud
con que se mueren los otros muñecos,
faltos de cuerda porque vacíos:
y el gran concierto de viento en calma
cifrado en tu armadura de alambres
resuena en nervaduras de sombrillas
que la mente temerosa abre.
juguete de medianoche
(porque la más alta noche dispara resortes
que rutinas del día comprimen)
en tu interno juego de contrapesos,
en tu delicado mecanismo
sin manual de intenciones,
desde el primer clic de un guiño
y el último ronroneo de un bostezo
el gesto principal está inscrito –
y no son error de nueva tablatura,
son como el azar en poesía.
juguete de medianoche digo:
porque no puedo enlazar en poesía
tu alma que me combate
twin devils’ ragtime
que todo lo real es un hechizo,
con hache o no, impreso o manuscrito:
lo escuchó tu oído izquierdo
-por más perverso más apto-
de labios de un demonio azul
que ningún pintor decente
retrataría contigo:
el azul es caro, los artistas lo ahorran
en beneficio de los cielos
siempre de azul necesitados
(cielos en que jamás entrarías
ni aun pintada al contrario
de como yo te veía)
y todo es verdadero,
salvo las letras que así lo declaran:
esto escribe en servilleta de papel
cierto demonio bebedor,
rojizo y tembloroso,
llegado tarde a la subasta de pianos
desde los cuales se te adora –
y prefirió paladear tu alma, despacito,
con pura calma y con hielo
(frío que anularía
ardor de más en otra lengua)
así la escapatoria del dilema,
muñeca mía,
está en el verde de tus ojos:
de auténtico vidrio, sí,
pero esmeraldas
basse dance martirio de san sebastián
por ahora papel testamentario, somnífero sin sueños.
y antes de la flecha, justo antes,
encima de silencio y muchedumbre
corolas de flashes floreciendo,
preparando visión colectiva de mucho más rojo,
según curiosidad o no del siglo.
el lunes en pinacoteca, bar, cuartel o santuario
te encontramos, nos perdemos,
saludamos al contrario.
hay moho en las ropas que dejaste,
polvo en nuestras tumbas,
y confusión de nombres y cualidades.
pero cómo hacés para durar,
rata enemiga o ángel lacerado:
¿virtudes de la historia?
basse dance san sebastián y cupido
L’oeil qui est le droit archer.
tradición que te respalda: abundante.
arañazos suplicantes en los muros,
telegráficos mensajes en portones perforados,
retórica en las artes: importante.
de modo que no sientas
vergüenza en retorcerte y suplicar,
ni orgulloso placer en no suplicar ni retorcerte.
sabemos lo mucho que te importa el qué dirán,
porque domesticado fuiste en la obediencia.
el qué hemos de callar ya está resuelto –
no por lealtad, que no tenemos,
más bien por no estropear
amables fábulas de sobremesa,
o labor de delicados pinceles de cola de mantícora,
tan costosos porque no hay mantícoras.
no olvides sonreír con tu mejor mueca ensayada
cuando metal o madera perforen, extranjeros,
pulsante pomo de carne, ya pintura.
jarabe rojo libera vapor venenoso que envicia,
muy cierto. la sangre es droga.
y tratamos de medir, comunicarnos con signos nuevos
el regocijo por tu conversión a témpera, a objeto.
arte y violencias
mejoran al amor –
no a nosotros
basse dance cupido y san sebastián
en términos de elocuencia:
tu aniquilación inminente.
responsable de los detalles
se ciñe su mejor aljaba. punto.
Cygnus, Antares: no hay salvación allí,
apenas nombres de estrellas
para colgar de sus puntas
brillo de estrella menor,
la tuya.
porque sangre, de tan habitual,
sólo soporte material del rojo.
espasmos en carne: pretexto para borrachera,
crudo párrafo de escritor naturalista.
vulgares somos cuando nadie manda,
y cuando amor, que hiere, no mira,
sanamente viciosos.
de más amor, que por más ya mata:
sí, y qué.
además ya nadie cree en Afrodita,
además ella misma se ne frega
pavana para ser danzada en algún momento entre la entrada y antes del postre
insectos desdeñosos de tu ciencia
se ceban en los restos de tu almuerzo,
un ave muerta en confianza hervida en salsa
que ya en tus tripas, antes que ellas,
se pudre.
mientras tanto, para que me odies menos,
no puedo demostrarte que tu muerte exista –
pero entre destello y destello
hay una oscuridad que se agranda
largo alla siciliana: escena de un entierro pobre en una película muy premiada
cuánto sentimiento en esa lágrima con toda precisión filmada que abrillantaba tu nariz de oscura actriz funérea, comparsa muda, descendimiento casi derrumbe (como tus días sin trabajo, tu talento de segunda) al pozo de anónimos, tantos, de tanta impostada pena, y de vida: ninguna — y cuánto horror por el desplome de la nube de cal, que corroe en acción menos que en blancura, que si volados impecables aunque ajenos roza, negros, lo meramente necesario padecer te manda
pavana La Spiritata
la observancia de tus caprichos divinamente incomprensibles
solamente es la mitad primera:
lo demás es más que tu rito complicado de amanecer a solas
clamando en barroquísimo silencio
por caricias que concurran
en los puntos más expertos de tu cuerpo,
tan cercanos a la vereda hacia tu alma:
por unos ojos ajenos clamando
que tiempo (nada, en consecuencia)
nada distraigan en
mirando el sol que espía detrás de las suaves colinas
a que muslo y muslo deliciosamente tuyos conducen:
y ese pudoroso furor por agotar con desgano el té con leche,
y el iniciado tabaco del día humeante
fluyendo por falso carey en forma de boquilla
incomparablemente parecidos ademanes
a los de Marylin (con un lunar de menos en mejilla) Monroe:
todo el ocio del mundo ocupado en flotar en sueño te pertenece,
no así tus pechos y tus muslos y todo lo demás
que por impudicia callamos:
pero exigen compasión, mera lástima
de acatamiento a tus deseos
disfrazada
preludio a la siesta de un fauno
nacimiento de venus,
envoltorio de Simonetta Vespucci,
diluida en bocetos y ejercicios y proyectos
lamida por céfiro actual, ventilador,
cuadrícula por cuadrícula se burla y se despega:
debajo es intuido – costumbre de todo lo real –
el pentimento del artista.
lo verdaderamente pintado por milenios
es la bullente materia rotunda
de la Eterna Carne,
en tu caso la gorda de la farmacia de la esquina,
materia excelsa fuera del alcance
de tu opera omnia, así incompleta,
oh muchacho un poco soñoliento
artesano de arte melancólico
como todo sueño sin por qué ni desde cuándo
y sobre todo: mal pagado
(coro nemoroso de faunos y sátiros y ninfas)
visite tu persona a la Gorda supradicha
por algo tan sensual como aspirinas,
por un deleite tan efímero como hojitas de afeitar,
por un final tan decadente
blues para madame michi
madama de techumbre y murallones
que días impares oscuras almas
– gatos pardos – solicitan,
y los pares en chispazos de pupilas
los más prácticos consagran
en el amor de tres y cuatro y más,
en largo acordeón de madrugada:
danos honesta explicación del súbito tambor
que tu doble hilera de mínimos pezones escolta;
danos el nombre del secreto dios de cuatro patas
que inaugura el crecimiento de esta panza aparecida,
y otras parecidas esperanzas.
señora del paso cauteloso,
ínfimo peligro ahora
lejano pariente por especie
y enemigo por costumbre – perro –
si avisan los brillantes pisos por reflejo
escándalo de menos peludos,
más aparatosos demonios: pequeños humanos
de piedad y de cordura exentos.
gata incomprensiblemente embarazada,
madre resignadamente gata:
racimo de celos un rincón de esta mañana,
abundante en lamidos y colas vacilantes,
maullante serie de seres
que importantes humanos sopesan:
si comida de hormigas en el baldío,
o el cartel REGALO GATITOS –
y un miau un tono más bajo
blues in memoriam
dama, que fuiste antigua señorita,
ante el teclado de piano
hereditario sentada, apenas
rozando el pie el pedal de la
sordina, casi volando en tules,
en rosas y quimeras punto cruz,
y en bordados pensamientos, y pensados:
los geranios claman agua o una
muerte digna, y en la jaula de
los canarios
ningún canario justifica la jaula
dama de antigua castidad:
la repetida barcarola se niega
este atardecer, se te escapa el
tempo giusto,
esquivan las
cadencias el reposo,
en retardos
disonantes un
acorde se
enmohece y
descascara,
y al concentrarte en aquella imagen de Liszt
– tus ojos a casi todo cerrados,
tu ceño inquisidor que olvidó lo
que inquiría, tus labios como la
flor recitada
que nunca cultivaste
ni en julio como en enero –
aquella foto de rostros
juveniles irrumpe, se
entremezclan ojos claros
de una franqueza de tu
pureza dignos, promesas,
futuras dichas
acalladas:
setenta y tantas
teclas son tantas,
todas parecidas:
una blanca y otra negra,
tu edad casi, tus años tan ordenados:
un año blanco,
muy blanco, y
el siguiente aún
más negro
Joaquín Morales. Poeta paraguayo, nacido en Asunción en 1959. Publicó Postales de Bizancio (1984), Poliedro o panóptico del mundo y despliegue de sus trampas, demonios y maravillas (1985), Historia(s) de Babel (1992) o de la servidumbre humana y de la fuerza de los afectos (Premio V Centenario); , Sermo, Hurras a Bizancio (2005), Musica Ficta (2005) y tratado de [di]glossas sobre cláusulas, e analecta de discursos exemplares.
Muy buena selección; creo que encontraron un dejo de sabor común en todos esos textos y aquí están. No se por qué no mencionaron al trattado de (di)glossas, que si bien fue publicado en la web en Neuquén pues tiene ISO no se cuánto y todo.
Ruego que supriman la aclaración de ser JM seudónimo de VP . Detesto ser acosado por admirador@s, y es obvio que lo seré más si develan, oimè, mi verdadera identidad. ( Por si acaso: el clásico sarcastic mode ON ). Aunque… ¿ qué es la identidad y a quién le importa ? Anyway, just strip it, folks, thanks.
Les agradezco mucho por todo. El día de la puesta en público de esta página — si me avisan cuándo — y no es día laboral — yo también esclavo — brindaré con hidromiel, creo que está mencionado por ahí. Es muy chic, y encima barato.
Abrazos !