¿A quién le digo?
La catarsis, la confesión,
no deben confundirse con la
escritura poética.
Entonces, cómo digo que
mi poesía fundó ternuras,
y que fue un buen aprendizaje,
una herida abierta recordar tus pechos.
Cómo transmito
que me enamoraba verte encendida,
y que te amaba como si pudiera parir,
mientras los pájaros aleteaban al ver tu piel.
A quién le digo
que tu sexo era una cucharada de sombra
enhebrando la noche entre mis manos.
A quién le musito que había vuelos caóticos
elevados en suspiros
y que siempre, absolutamente siempre,
me daba miedo entrar a la cama
si entre mi cuerpo desnudo y la otra pared
no estaba tu geografía.
Cuando llegas
Voy a colocar aquí
este brillo que tengo en los ojos
estas caricias
que almacenaré en mis manos
para cuando vuelvas.
Voy a dejar sobre la cama,
estos deseos de olerte,
hasta en tus más hondas desvestiduras,
esta mariposa tatuada en mi piel
que quiere andar sinuosamente
por mi estómago.
En la puerta colocaré mi poesía,
esa dama fértil que te espera
que agita las caderas, que vela por vos,
y ansía que estalles.
Mi amuleto está sobre la mesa de luz;
él sabe que la soledad aflora en mi mirada
y eso debería ser suficiente.
Intuye que es muy grande la noche
como para animarse al vacío.
Yo te amo aunque estés triste
y las nubes agarren de los pelos a Dios.
Y cuando llegas, que explotan los colores
aunque vengas de mal humor,
mi resignación se mezcla con mi deseo,
espero marchitamente que se te pase
hago un pacto irrevocable con el silencio,
y cuando te desnudas escribiendo
se me hace poesía la boca.
Ararte sin piedad
Cuando era un niño que ni sabía
a qué guerra había ido Mambrú,
ya te esperaba, jugando a los soldados.
Te veía caminar como si el equilibrio
se enamorara de la suela de tus zapatos,
y soñaba con tus dedos, náufragos heridos
jugando en una isla, en la curva de mi espalda.
Cuando estuve a centímetros de tu piel,
imaginé que un día recorrería esos poros morenos.
Soñaba con que tus ojos azabache
se alojen en mis cuencas cercanas,
y juntos pudiéramos reconstruir los días.
Hoy mis imaginerías son diferentes,
pensar en esculpir tus huellas hasta sangrarte,
ararte sin piedad para fertilizarte,
desintegrarte en la arena, descubrir en vos, lo indescifrable.
Que salgas habitada de mí.
Que yo toque tu cielo
con mis dedos sedientos
sabiendo los dos,
que entre tus piernas está nuestra bendición
y a la vez nuestro pecado.
Que yo me anime definitivamente
a vivir por tu piel, y a morir en tus costillas.
Que mis labios recorran todo tu territorio,
y dejen huellas en los arroyos más salados.
Para desde ahí, poder reinaugurar la vida.
Atronador el galope
Ellos son insaciables.
Soltaron botones, desataron lazos,
se despojaron de pudores
y se descubrieron desnudos
bebiendo el aire y la saliva del otro.
Han salido de sus cuevas
temblorosos y eternos.
Aspiraron fragancias desaforadas
y se perdieron los dos en el mismo abismo.
Ambos compartieron sus brincos
quedaron pegados con agua
se fueron de aquí muchas veces
con la pequeña muerte del orgasmo.
En la oscuridad apenas podían percibir
el contorno del otro y medir el espacio disponible.
Era tan atronador el galope de sus propios corazones
como el arrebato de sus jadeos.
Luego trazaron un plan para la mañana.
Se metieron en el río
jugaron con el agua hasta el cuello
y era tanta la dulzura que destilaban
que los peces les mordían las piernas,
equivocados.
La rutina no es opción
Quizás no sepas
que puedo amar de maneras escabrosas
dramáticas e intensas.
No me gusta ese amor
por turnos,
ahora me toca a mí, ahora te toca a vos,
ordenemos esta secuencia,
empecemos de nuevo
más prolijamente.
El aburrimiento,
el final pálido de la rutina,
no son opciones.
Ni rompernos como cáscaras
ni deshacernos como
cucharadas de humo.
Quiero quererte como se me antoja
no pedirte permiso
cabalgarte sobre una silla
dormirme sobre tu cuerpo
planear sobre tu entrepierna
lavar las sábanas para volverlas a ensuciar
y que las montañas se sacudan
a tu paso.
Entonces sí,
nos morderemos
en noches desangeladas.
Ven…
Ven, impía.
Tengo a Satán entre las piernas,
Quiere charlar contigo,
de lunas llenas,
de pecados germinales,
de cópulas ardientes.
Ven, impía.
Ven.
Juan Carlos Rodríguez, periodista y escritor, nació en Junin y reside en Venado Tuerto (Santa Fe). Fue designado Embajador de Paz por Mil Milenios de Paz. Obtuvo recientemente el reconocimiento mundial con diploma de honor de APREINT (Agencia de Prensa Internacional) como escritor y periodista destacado. Está incluido en la Gran Enciclopedia de la Cultura Universal, tomo 1. Participó de la Ronda Nacional de Lectura en el Café Tortoni de Buenos Aires. Ha sido nominado para el Premio Internacional de Literatura Manuel Ekiwa Estrella.
Formó parte de la Antología 100 Poetas por la Paz en 2017, en 2018, en 2022, en 2023 y en 2024. También de las Antologías Voces del futuro por la paz (2020), Cuentos de Paz para niños y niñas y Tenemos derechos historias y cuentos cortos de paz. Es integrante del Consejo de Paz de la República Argentina. También forma parte del Directorio Mundial de Literatura, Historia, Arte y Cultura.
Es Miembro Académico Internacional de la Academia Latinoamericana de Literatura Moderna. Es Miembro de la Asociación Popular Uruguaya de Cultura Nacional e Internacional y de la Asociación Uruguaya Literatura y Arte (AULHA). Fue designado Embajador de la Palabra en Argentina por la Fundación César E. Serrano de Madrid. Es Director Ejecutivo de la CONLEAM (Confederación Latinoamericana de Escritores, Artistas y Poetas del Mundo).
Ha recibido los premios Hijo del Sol, Victoria Destaque (Uruguay), Cóndor Mendocino, Obelisco de Oro, Atrezzo Group (dos veces), Gaviota de Plata, Award the Best (dos veces), La Reina del Plata y Arcángel San Gabriel. Ganó el Premio Hijo del Sol en la ciudad de San Lorenzo por su libro Pasión Interrogada.
Ha publicado los libros Cenizas (con otros poetas venadenses), Gritar que tanto amor es posible, Desnudar tus mieles, Delinquir sobre tu vientre, Tarea Imposible, Narcisos en los labios, Pasión interrogada y Que tu cuerpo produzca rimas. También escribió un libro de revisionismo histórico, La mirada implacable del “Gato” Smith.
En el año 2021 presentó en las ferias del libro de Colombia y España su último libro Pasión Interrogada. En 2022 lo hizo en las Ferias de Libro de México y Chile. En abril de 2024 participó en la Feria Virtual de Chile presentando su libro Narcisos en los labios.
Ha estado presente en las ferias del libro virtuales de Nueva York, Italia, México, España, Colombia, Chile y Perú.
Participó del Encuentro América Madre de Río Tercero. Participó del Programa Poesía Instante Infinito que se emite desde Granada (España). Fue jurado en el concurso poético Versos del Infinito Géminis (Chile); formó parte de la antología Letras del mundo, aparecida en diciembre de 2020, en distintos países del mundo; también en la antología poética Tiempos de Resiliencia, de la ciudad de La Plata; fue distinguido por el Proyecto BCR, de difusión literaria y cultural en Facebook. Participó del Encuentro Internacional Virtual Cóndor Mendocino. Participó de la Feria del Libro de Nueva York, realizando un tributo a Louisa May Alcott. Disertó en la Feria Virtual del Libro de Sudáfrica. Ganó el primer premio en narrativa organizado por la Asociación Uruguaya Literatura y Arte (AULHA).
Ha ganado varios concursos en poesía y narrativa. Está incluido en varias antologías americanas. Forma parte de Cien Poetas por la Paz y del Movimiento Poetas del Mundo.