El mutismo de las moscas y la peste.
¿Cómo configurar el último silencio?
Sin el rigor de un discurso al olvido
de un mutismo,
esa dilatación de una mirada final
que se niega a los 3 últimos versos.
Como la peste del olor chamuscado
de las moscas,
abriéndole hoyos al aire
indigno de pulmones gramíferos.
–Cuando el olor es genocidio–
Y esos tsunamis intelectuales,
intocables,
sofocando los tratados de paz convirtiéndolos en muerte
[póstumos drásticamente ante
los gases enardecidos que excretan
las aves, irascibles en el desviarse de su vuelo]
Y mientras, los descubrimientos:
1. «Eärendel, la estrella más lejana jamás vista, a 12.900 millones de años luz»
2. Las dos desapariciones de los neandertales «vascos»
3. Las 3 perras más idiotas de la historia
[y no hago referencia a las nobles razas caninas, que con suerte solo lamen mis piernas y reafirman mis vínculos]
Y si de debatir se trata, hablemos de los movimientos
sísmicos neuronales que socavaron la
integridad entre los muros de la realeza
institucional, donde ya no hay
regreso a la aldea natal del pensamiento,
[pureza de La Tierra]
Pero yo procedo,
con el conjunto de mis secuelas
rebeldes ante la reseña de un
digno circo.
Insaciable como el musgo
que envuelve las cortezas
en un humear de fuego verdoso
que se estampa en el juego
de las miradas ausentes de
los más chicos.
[Abro cabida a la inteligencia de otros mundos y planos que dudo mucho, la mayoría entienda]
Nos han querido convertir en mera propaganda tachada por marcas.
Y no te enojes si no te halago
porque no me capten tus letras,
porque no te incline la cabeza
encorvando mi naturaleza
manifestante y sincera.
No me place cogerle el rastro a
cualquiera,
estoy llena de plumas afiladas
aleteando en el desierto errante
donde sin ninguna duda soy
mi propia secta libertaria.
Surrealismo y dialéctica de la anarquía.
Sigo comiendo el silencio,
la abeja negra atemorizada,
la expresión de una pantalla
[simulando]
el borde de un mundo
alejado de sí mismo,
(un modelo antiguo
de escasas formas).
Sin particularidad alguna
para:
el escribano
del fondo
de las aguas.
El silencio más introspectivo
donde
no llega
la metereología
de ninguna carta
de antecedentes
dormidos
y resultados baratos.
Apenas el viento
como estancia
(comienza a andar libremente)
sin posturas ajenas,
con la hierba en la boca de los
que observan plácidamente la
profunda significación del saberse:
[Nacidos de un día animal
paridos en el suelo
de la fornicación,
la sangre y el miedo]
La mirada nacida de la sombra
–abstracta cata de gemidos–
abierta entre corchetes negros.
La metamorfosis de las alas
donde se parten los ecos
[Aullidos de la ternura]
De:
Una danza inmóvil
tatuada en la pared.
–Interrupción–
He sobrevivido a otro corto silencio.
Días sin telefonear a los ojos
de lo cotidiano, al sexto tono se caen
las llamadas.
Lluvias:
gritan.
Fuera:
se estremecen los vientos.
–Interrupción número 2–
Hacemos una llamada y
establecemos la conciencia del Yo,
(eso que la mayoría lleva
al «love hotel» más cercano de la
prostitución)
[NO física]
sin que se le cruce un sólo
pensamiento en media jornada de vida,
y recalco:
[NO física].
–Interrupción número 3–
Lo mejor es acelerar la curva,
la línea discontinua,
el turbo de la pasión de tres dígitos,
no más.
[Porque no le llegarán]
<<Créanme>>
El deseo es fuerte, pero…
en sus ojos brilla la luz neutral,
la oscilación de la rama que
parece ir retrocediendo hacia
un lugar lejano,
la inversa de las manos
se me acercan,
(envueltas por la cáscara que habitamos),
recipiente actual en
la bandeja del pensamiento,
el tacto de la serpiente expuesta
entrecerrando los ojos,
bebiendo el agua de las pupilas
en un charco plano.
[Tomando tu lugar] –Interrupción número 4–
Mi lengua y mis labios
junto a la botella de vino
absorbiendo el instante,
el triángulo fijo en el papel
visualmente estático,
(se arruga en las lenguas
de quienes saben darle forma
al filo hambriento
del placer),
y le lanzo un gesto de reclamo al
giro del reloj,
nada se mueve excepto él,
siendo
la licencia turbada de mi distorsión,
(no se cuentan mis latidos en
el zumbido inalámbrico).
Las sensibilidades se las dimos
al estimulante de baja estatura,
de formas fálicas,
el Ser como manifestación de
espinas,
como culto
y costumbrismo.
–INTERRUPCIÓN NÚMERO X–
=(Des)conexión.
Introduction to the poem originally posted by the next speech:
Number 1
______
SP
A C E
PL
______
Quienes reciben mi carne
debajo de sus pestañas falsas.
Quienes reclutan:
Tic tac
Juegos para niños con pistolas de
«agua»
¡Blum!…
En las paredes no se escribe con agua
¿O sí?
(Lema originario del que no piensa)
Y se asignan los hashtags:
#chachachá
para organizar la
invalidez de un voto:
(Sin seguidores la poesía
pierde
y el buen poeta
se estampa en la pared)
Llamémosle:
B E xxx [vil]
B E:
Del verbo inglés «To be»
Ser o estar.
[vil]:
Cualquier sinónimo que
haga alusión a las
magnas criaturas
de la
cloaque.
«No hay caída para escapar de mi
en esta boca de ansias»
Debajo de mi lengua hay una mutilación.
Los bocados de sus brazos
escapan de mi alcance
pero este traje vacío insiste…
(Denuncia Poética)
Sus manos se han vuelto
un
dictamen.
[Isaura no es tinta suave]
–Todo abismo es un borde salvaje–
El aire se estanca en mi garganta
El susto de la infancia
se asfalta en las amígdalas.
No hay caída para escapar.
Repito:
Mi caída es fría y definitiva.
Un forajido, pobre sombra de lija.
En el umbral de las jaulas
se detona ante los cuerpos de ojos,
abiertos.
Se rompen
(Me pregunto)
¿Qué queda detrás del anhelo,
cuando la persecución
del ratón tras el ratón
se incrusta
en una sartén vacía?
–Un forajido, pobre sombra de lija.
En el umbral de las jaulas
se detona ante el cuerpo de ojos,
abiertos–.
(SeRepiteRepite)
El zumbido de un nombre ya sin pulso,
de una voz ya sin el pelotón de almas
–fusilamiento poético–
l o >>> s a b r á n
Soy incapaz de amordazarme.
Sepan:
mi voz callada
lleva impresa el eco de sus palabras.
Isaura Duarte es poeta, actriz, promotora cultural y artista visual que a través de la performance, la música y la video-poesía experimenta un contexto de unificación artística orientado hacia la escritura. Formó parte de la Asociación de Escritores Hispanos (AEHISP) y su revista Litterae siendo parte de su antología poética “Por amor al Arte”. Es miembro fundador de la revista de difusión literaria Pulsión Poética, ha participado en recitales nacionales e internacionales. Con su primer poemario, “Bajo el camisón sonreía una mosca” publicado por el Fondo Editorial de Fundarte (Caracas, 2022) ha tenido presencia en la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2023, Feria Internacional del Libro de La Habana 2023 y 2024, Feria Internacional del Libro de Venezuela 2022, Feria del libro de Caracas 2023 y en La Feria Internacional del Libro de Zócalo en ciudad de México 2023, Festival Mundial de Poesía de Venezuela 2024, entre otros. Su trabajo poético ha sido publicado en las revistas: NJOY Magazine (España), Kametsa (Perú), El Guardatextos (México), ENNews (El Salvador), Litterae (AEHISP), Nueva York Poetry Review (EE.UU), Re-lente (Venezuela), Revista Purgante (México), revista y editorial Pruka (Venezuela), Burak Revista (Argentina), Revista literaria Rêveuse (La Habana-Cuba), Centro Cultural Tina Modotti CCTM (Italia), Revista Literaria Círculo de Poesía (México), Editorial y Revista Madriguera (Venezuela), Poesía con Amigos (Venezuela), entre otras.
Reseña por José Rosales Bettelli.
Hablar de la poesía de Isaura Duarte es inmiscuirnos sin ligerezas en la contemplación y abstracción de un ser donde su principal adjetivo seria la magnitud del silencio en donde nacen las voces que ella, como un canal abierto y sin el contorno ilusorio del tiempo, recibe y deja libres bajo un tono vanguardista, los sonidos, extravíos, mensajes y vivencias que ha experimentado. Tanto su verso libre como su prosa poética nos delinean un paisaje intimista, brecha abierta a géneros confesionales como lecho autobiográfico, ya que la poeta expresa in situs el devenir en que se ha desenvuelto su historia, fenómeno en el que el ente (hombre) es sujeto presto a la historicidad. Así mismo el “Yo poético” queda impreso en cada página como medio a dilucidar su propia condición humana en base a las experiencias que la han erimido, ejemplificando dicha apertura a develar, a viva voz, no solo la manera en que ha de sentir, sumamos a este proceso la construcción del pensamiento o cosmogonía impresa en primera persona.
En su primer poemario: Bajo el Camisón Sonreía una Mosca, publicado por el Fondo Editorial Fundarte, (Caracas-Venezuela 2022) enmarcado en su Colección Poesía del siglo XXI, la autora nos arrastra en el zumbido filoso de una oscuridad latente comulgando ante la luz (búsqueda del Ser). El sentido ontológico recorre al retorno a través de imágenes concretas que han sido traducidas por la manifestación del símbolo, develando de esta manera el conocimiento directo del “Ser” a través del “No Ser”, como premisa teorizada por los primeros poetas, por lo tanto, la sombra se embarca en un viaje observado desde el ensimismamiento, y bajo la comparativa del extremo de los polos, lo sublime queda palpado no solo en signos gráficos, sino también, en la experiencia cercana, cuya presencia es ajena a la construcción lingüística, salvo a través de lo sugerente de la poesía. Isaura Duarte, nos regala una voz que detona varios subgéneros como el confesional e intimista, la poesía simbolista, el surrealismo, entre otros.