BATALLA
También es doblegar el desgano
la pulseada terca contra uno mismo
el fervor con que abrazamos
esa parte hiriente y quebradiza
que nos mantiene en vilo
por las noches
y los días
Entrar y salir de ese abismo
sin morir en el intento
es suficiente magia
como para seguir
dando
batalla.
FUEGO
Ya sabrán decirle al fuego
que nos deje mentir la llaga
aunque la boca se nos deforme
en muecas de silencio
Dónde
si no allí
entre las formas no dichas
-laberintos desordenados-
vamos encontrando
el misterio que nos late
en la palabra
Yo no sé de silencios
me quema el verso en la mirada.
SOMBRAS
Voy a dar forma a esta sombra
de martillos hablaremos entre cegueras
Qué nombre tiene este fuego
Las manos vomitan y se retuercen
sobre esta blancura echa desierto y miel
Qué palabra usamos cuando no alcanzan las palabras
Arriba
la noche se desnuda gélida y mordaz
arranca pedazos de piel con su navaja sin luz
devora la lengua
el ojo
una oreja a la mitad
Gotas y más gotas que rebotan y se van
INTENTO
Ayer escuché tu voz en el viento
siempre así
suave y dura
la música de tu boca negra
Después un silencio
de esos que cubren y aniquilan
de esos que muerden la voz
y la estrangulan
Y ahora es un intento
solo eso
de decir aquello que no se puede ya
Me falta alfabeto talento voluntad
para llamarte por tu nombre
y no dudar.
LA PALABRA
Que la palabra parta
el mundo
que deje huérfanos a los convencidos de todo
que cobije a los vagabundos de la nada
eso
que la poesía sea mar y barricada
orilla a veces
roca herida siempre
decir el verso
para el tirano que no cesa en su ignorancia
para el mediocre que somete su sentir
en el ancestral miedo de vivir
llama que sea
hoguera encendida
quimera
que el poeta sea norte en la odisea
que acaricie la herida abierta
que no borre el llanto
que no mienta la plegaria
que no pierda la sonrisa
así
tal vez
el poema sea.
VERDUGO DE SOMBRAS
Oprimo la sombra que me nombra
hasta vencer el llanto
todo se deforma y calla
a veces la forma del cielo miente
cambia
germina
estalla
y no queda más que la lágrima final
el último suspiro
la voz quebrada
para hacerle frente al Destino
Yo sabré lamer la herida abierta
mientras las venas sigan latiendo
a calmar agonías fui llamado
entre silencios
desde la cuna
aunque sople este viento que arrasa
martirio de las horas quiero ser
para no perder la cordura que me falta
para abrazar tempestades
y parir mi propia llaga.
VERSOS DORMIDOS
Voy a dejar dormidos estos versos tristes
para que el silencio los invada y desgarre
pasarán las horas
serán persianas ciegas los días
caminarán errantes los años
y una tarde cualquiera
cómo quien regresa de un olvido
revisaré unos papeles viejos
inquietaré de sus estantes unos libros que ya no leo
sacaré esas odiosas cajas de zapatillas repletas de sinsentidos
y los veré de nuevo
en el piso helado
al pie de la biblioteca
tocaré esta hoja otra vez
ya amarilla
deshilachada
polvorienta
miserable
y la leeré con asombro e intriga de mí mismo
descubriendo el secreto que la vio nacer
y sonreiré al recordarme
en el silencio de la casa
y de los años.
Hugo Vargas nació en General Rodríguez en 1982. Ha publicado hasta el momento dos libros de poemas: «Reflejos Literarios» (2015) y «Efímera: micro-poesía» (2022). Actualmente dirige y administra “Reflejos literarios: blog” espacio en el que difunde semana a semana las letras de nuevos escritores y escritoras. Correo: reflejos.literarios.blog@gmail.com