Poemas. Hugo Vargas

 

BATALLA

 

También es doblegar el desgano

la pulseada terca contra uno mismo

el fervor con que abrazamos

esa parte hiriente y quebradiza

que nos mantiene en vilo

por las noches

y los días

 

Entrar y salir de ese abismo

sin morir en el intento

es suficiente magia

como para seguir

dando

batalla.

 

 

FUEGO

 

Ya sabrán decirle al fuego

que nos deje mentir la llaga

aunque la boca se nos deforme

en muecas de silencio

 

Dónde

si no allí

entre las formas no dichas

-laberintos desordenados-

vamos encontrando

el misterio que nos late

en la palabra

 

Yo no sé de silencios

me quema el verso en la mirada.

 

 

SOMBRAS

 

Voy a dar forma a esta sombra

de martillos hablaremos entre cegueras

 

Qué nombre tiene este fuego

 

Las manos vomitan y se retuercen

sobre esta blancura echa desierto y miel

 

Qué palabra usamos cuando no alcanzan las palabras

 

Arriba

la noche se desnuda gélida y mordaz

arranca pedazos de piel con su navaja sin luz

devora la lengua

el ojo

una oreja a la mitad

 

Gotas y más gotas que rebotan y se van

 

 

INTENTO

 

Ayer escuché tu voz en el viento

siempre así

suave y dura

la música de tu boca negra

 

Después un silencio

de esos que cubren y aniquilan

de esos que muerden la voz

y la estrangulan

 

Y ahora es un intento

solo eso

de decir aquello que no se puede ya

 

Me falta alfabeto talento voluntad

para llamarte por tu nombre

y no dudar.

 

 

LA PALABRA

 

Que la palabra parta

el mundo

que deje huérfanos a los convencidos de todo

que cobije a los vagabundos de la nada

 

eso

 

que la poesía sea mar y barricada

orilla a veces

roca herida siempre

 

decir el verso

para el tirano que no cesa en su ignorancia

para el mediocre que somete su sentir

en el ancestral miedo de vivir

 

llama que sea

hoguera encendida

quimera

 

que el poeta sea norte en la odisea

que acaricie la herida abierta

que no borre el llanto

que no mienta la plegaria

que no pierda la sonrisa

 

así

tal vez

el poema sea.

 

 

VERDUGO DE SOMBRAS

 

Oprimo la sombra que me nombra

hasta vencer el llanto

 

todo se deforma y calla

 

a veces la forma del cielo miente

cambia

germina

estalla

y no queda más que la lágrima final

el último suspiro

la voz quebrada

para hacerle frente al Destino

 

Yo sabré lamer la herida abierta

mientras las venas sigan latiendo

 

a calmar agonías fui llamado

entre silencios

desde la cuna

aunque sople este viento que arrasa

 

martirio de las horas quiero ser

para no perder la cordura que me falta

para abrazar tempestades

y parir mi propia llaga.

 

 

VERSOS DORMIDOS

 

Voy a dejar dormidos estos versos tristes

para que el silencio los invada y desgarre

pasarán las horas

serán persianas ciegas los días

caminarán errantes los años

y una tarde cualquiera

cómo quien regresa de un olvido

revisaré unos papeles viejos

inquietaré de sus estantes unos libros que ya no leo

sacaré esas odiosas cajas de zapatillas repletas de sinsentidos

y los veré de nuevo

en el piso helado

al pie de la biblioteca

tocaré esta hoja otra vez

ya amarilla

deshilachada

polvorienta

miserable

y la leeré con asombro e intriga de mí mismo

descubriendo el secreto que la vio nacer

y sonreiré al recordarme

en el silencio de la casa

y de los años.

 

Hugo Vargas nació en General Rodríguez en 1982. Ha publicado hasta el momento dos libros de poemas: «Reflejos Literarios» (2015) y «Efímera: micro-poesía» (2022). Actualmente dirige y administra “Reflejos literarios: blog” espacio en el que difunde semana a semana las letras de nuevos escritores y escritoras. Correo: reflejos.literarios.blog@gmail.com

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