Poemas. Jorge Gavilán

 

El señor X

 

Se debe preguntar, el señor X

mientras apoya la cabeza

sobre una nube blanca

y le caen olas de sábanas,

por las ciudades de la infancia

por la matemática de los sueños

Se debe preguntar, el señor X

entre los silencios de la voz,

por los cansancios de la materia,

por las asambleas de los días

Se debe preguntar, el señor X

por los desnudos de la luz,

por las cartas del pasado

por los plazos del tiempo,

por un mundo que no se detiene

en ningún poema

Se debe preguntar todo eso

el señor X

mientras cierra los ojos

y le vienen ciertas palabras

y después

murmullos

y silencio

y noche

 

 

Límites

 

El borde

entre la sombra y la luz

La frontera

entre el sonido y el silencio

El límite

entre la voz y la idea

El murmullo inesperado

donde ocurre la palabra

y nace de nuevo el mundo

 

 

Los marineros le hablan a Ulises

 

Si te nombraron divino los dioses

o lo hizo un viejo ciego

en busca de la posteridad

poco nos importa ahora

Nosotros te seguimos

sin preguntar mucho

Cómo no buscar el horizonte

y las rosas sin excusas

entre cíclopes impacientes

y dioses caprichosos

Esperamos mucho, Ulises

Tal vez no hubo promesas

pero alguien las escuchó

Y aunque los náufragos

no exigen pasajes de primera

ni las playas de Moro

o la hospitalidad de Calipso

deben escuchar de Ítaca

aunque la vea el anhelo

entre silencios y murmullos

(¿no son el ojo y el pensamiento

dos asesinos seriales

del corazón de los hombres?)

Podemos soportar el mar

no nos acuses de flojos

Alguna Circe piadosa

amontonó en las bodegas

anfetaminas y ansiolíticos

Pero el amor moderno

y su materialismo químico

es demasiado monótono

No importa si las Sirenas cantan

o solo se lamentan, Ulises

danos unas palabras

para la tarea de la esperanza

La felicidad es un instante

nadie puede además pedirle

que sea verdadera

 

 

Pájaros nuevos

 

Crear los mundos

y después descubrirlos

Dejar caer las palabras

en una lluvia de silencios

Esperar sin apuro

los pájaros nuevos

Adelantar los días

para llegar a tiempo

y alcanzarse otra vez

en la infinidad de uno

 

 

Nocturno

 

Salen a la noche

Son tal vez sus hijos

Ajustan su nariz de niños

a esas bolsas furtivas

acunadas entre las manos

como un pájaro herido

¿Qué magia esconderá

la química moderna

en un dedo de pegamento?

¿Devolverán esos vapores

por un rato la infancia?

¿O empujarán con dulzura

a una mano a pedir dinero

a la ciudad apurada?

Quizás el ojo moral

sea siempre idiota

El viajero entendido sabe

del buen negocio de pagar

para alejar la mano y seguir

De guardar la desesperación

sin buscarse los bolsillos

De olvidar otra vez

esos países desesperados

 

Jorge Gavilán nació en 1971 en Buenos Aires. Es licenciado en Letras (UBA), Profesor de Enseñanza Media y Superior en Letras (UBA) Periodista (TEA) y Magister en Educación (Universidad de Quilmes). Se ha desempeñado como como docente universitario, terciario y secundario. Publicó textos académicos y expuso ponencias sobre teoría literaria. Ha escrito reseñas de libros para la revista virtual El interpretador. Sus cuentos y poemas han sido incluidos en varias antologías. Publicó dos libros de cuentos. El último, Los otros, es de 2019. Río arriba, su primer libro de cuentos fue publicado en 2012, por editorial Simurg. La revista virtual Aquateca ha seleccionado un cuento inédito (La vuelta a casa) y lo ha publicado. La revista virtual Aquateca ha seleccionado un cuento inédito suyo para publicación virtual. Ha publicado cuentos en varias antologías de diversas editoriales: Eudeba y Sopa de Letras entre otras.

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