ANTORCHA HUMANA
Cada vez me cuesta más abrir los ojos, sendas iluminaciones, el tiempo ya no es, nada seca la lágrima, las cadenas son paños cálidos y el humo sangriento, estigma de costo social alto. Pero de que sociedad hablo, que costo, Fátima, cabeza al revés; echa ahí el calor, el gusto y el olfato, ahora el planeta. Tu cara tiene una herida grande he infectada que el viento lleva a todas partes y los sueños te salen por la boca, consolando como agua. Revela la concepción de tu imaginario, creo antorcha humana, en ti, en los tuyos, en la casa deformada por la velocidad y soledad, agradecido en otros lugares tan lejanos como yo mismo te dan la corona de los parques doblados en el grado. Cada hombre y cada mujer desea una superpotencia a sus pies, todos tienen buenas cámaras pero no todos son buenos fotógrafos, todos tienen cerebro, corazón, alma, fe, dolor y muerte. Purifican su percepción a costa de costras pero pocos son antorchas humanas paseándose por las cárceles y manicomios con el ángel de su madre en muletas.
HORRIPILATORIO
Y nos figurón, las caras calvas del horripilatorio, una raya negra sobre el horizonte, tengo que ignorar la idea de una mano de hierro en un guante de terciopelo y como he leído un tanto de filosofía desde antes que los pinochetólogos me gritaran “somos anarquistas” creo poder leer en braille la tradición política de los cuicos clónicos del McDonald’s que respiran gas del atentado. Corría la mirada, que corran la mirada. El hombre baja de su auto en estado medium elevando rayo y boca abajo buscando billete fresco, me sube preguntando ¿dónde están los celulares de verdad? por lo que tuve en los pantalones y en cajones desactivar la energía. Rebobinar rebeliones. El hombre baja de su auto yo pensaba que en un año estaría totalmente cuajado por las cuantas palabras en alemán aprendidas, pero en mi observación me di cuenta que se acelera al caminar, parece escribir estos son mis poemas nuevos, mira. Al leerlos concluyo que solo ha dado con la obsesión del tratamiento estético de todo lo horripilatorio y no parece exagerar en nada el atraso del camino.
CANTO INTROSPECTIVO
Tu perfume recién quemado y luego nos sentaremos donde se ahogaron los adjetivos. Un cuarto de la mitad para las 3, la yugular de puto; rojo en pleno allanamiento de neuronas esparcidas en la papelina sobre toda la noche, en cada plaza del mundo varios asesinados a puñaladas agarrándose a camotazos viejos amigos, jugo de agua, aniquilador de pájaros de plástico, ejecunetas de playasarias, oficiales fumando gritos entre grietas, supervisiones o regalones o cantatas masivas afuera de los países en retratos en el guérnicavicordicorio del futuro guerrero de guerramores. El estómago se cuelga del latido porque es muy pequeño el corazón cuando se ha de llenar de sagrados corazones, heridos mal heridos por la pasión de sus sucedáneos suicidiacos pacíficos de la comunidad cultivando lagidarias en la dura carretilla. Las nuevas cepas ofrecidas por las sacerdotisas. Mi mito es cortarle el pelo a las hormigas, dominar los pezones de la vida, salir solo y volver solo de espaldámascos a mordisuras, todas las extremidades recargadas de baba, gatillo, gatillo, gatito de demonio entre terrón de llamarada blanca elevada por drones mayores con voz de ciego catre, un despiertorio contrario a dormitorio, fui a bailar sobre la paleta de los genios de la pintura como un calzoncillo alucinado con el que el Cristo se limpió las manos para repartir su cuerpo; cuento te los aros con crema de filo, predicó.
GIRAR ABRAZÁNDOSE
En la casa de mi abuela cayó un gran árbol, fue arrancado de raíz. En ese tiempo, yo estaba recibiendo clases de Marxismo – leninismo y de seguridad electrodigital. Ya nadie extraña al árbol, pero sigue en la casa de mi abuela. Supimos mirar la luz del sol sobre las hojas, cortamos su tronco, la hoguera y el fuego.
UVE
Que falacia, como si uno se anduviera enamorando de todas las personas que conoce,
Si quiero, quiero como “llueve lluvia”, más cuando una bala en la frente,
la violencia natural,
el amor fusionado con odio,
cien rosales colgados del pentagrama en el eje,
delicadamente a perder y perderse.
Delicado, con los instintos bien finos, ninguna palabra por ley, contigo y sin ti, triste y hermosa.
Tenía al papa Benedicto XVI en el pecho, delicadamente estampado.
Su nombre empezaba y terminaba
como la fuerza de la naturaleza.
TE LLAMÉ ABSTRACTA
En una de las actividades donde más me río es escribiendo, sé que no podré evitar que los recién nacidos sean los nuevos esclavos de la civilización y que muchos no podrán imaginar nada en un futuro próximo, la recreación del mundo no dará mucho tiempo para pensar, no hay ninguna sensación que no pueda ser aumentada y en esa vía vamos. Es raro, el poeta sin escuela que le puso covid a su perro y falsemia a su gato, sabe que aún cae en errores en el uso de la palabra, pero para eso se escribe y lee, para recuperar su significado, mientras se ríe uno de sí mismo.
Marco Godoy Toro (Santiago de Chile, 1998). Obrero. RR.SS: fullcirculo o revistasinfuturo.