Mi casa mi casa asentada en la pereza de la tierra detrás de los árboles y los muros, suspendida en el ojo de un reloj con el sol brillando por los costados con los pájaros invadiendo sus espacios con su silla y su mesa solitarias. Mi casa con sus relojes de Roma con sus habitaciones cerradas y sus cuadros desgastados con sus paredes intactas y su luz amarilla iluminando el cielo de todos los días Mi casa quebrada ante un espejo de agua recortada por el horizonte como una sombra trágica como una figura atravesada por la noche Mi casa fermentada por el óxido devorada por el hastío. con sus columnas que sostienen el cielo con sus ventanas de cáñamo con sus flores de plástico : las vértebras de un caballo Mi casa cercada por otras casas con similares características: con el hombres desnudo sentado al borde de la cama con la libélula que naufraga entre brotes de luz golpeando los cristales y las paredes anunciando la muerte de la ciénaga. Mi casa devastada entre ruinas y montones de basura incendiada por mi propia mano quirúrgica Mi casa con los cuadros flotando sobre la alfombra inundada por el vestido azul de mis pensamientos Mi casa con el musgo creciendo entre las piedras de mi casa consumida por el agua, orillada al borde de un abismo. Mi casa enlodada. Mi casa violentada y arrastrada, Mi casa sepultada junto a otras casas. Mi casa entre torres de fuego destruida y levantada al instante. Mi padre era una torre muy alta una tibia sombra en la mañana Mi padre era fuerte levantaba sus brazos hacia el cielo hundía sus letargos en el camino Así nos protegía de caer fuera de sus límites y aprendiéramos correr [a montar el sol como las aves] Desayunábamos en silencio sobre una mesa rasgada y cargábamos con su desdicha el corazón abatido como un ramillete impregnado en la solapa [el miedo] ante su presencia, consumiendo las horas y los días del calendario dejando crecer el musgo bajo nuestros pies en medio de las columnas que se hacían añicos. Mi padre ayunaba como ayunan lo hombres fuertes [pétreos] haciendo crujir los maderos con su desdeñosa figura desterrando el color de las hojas [en el verano arrebatándonos el calor de los árboles mientras aguardábamos la noche para contemplar su figura desvanecerse en las esquinas. Mi padre era una torre muy alta sobre la que un día [una hora] me lancé hacia el vacío y después no supe levantarme. Puedo sentarme como todos los días a contemplar la noche en el cielo a esperar que asomen las hojas violáceas caer como sangre hacia un río y quizá si ahora espero hacia el sol caería si después miro a esas aves hundirse en el horizonte. Déjame que te hable de los altos muros que me rodean, sobre las colinas y las torres oscuras incendiando el horizonte, de la casa deshabitada de sus flores marchitas, que riego en el verano. Déjame que te hable sobre las marcas en mi piel, de los cuerpos que deshecho cada día cuando pienso en vos, cuando me siento a llorar a solas. Tomo el pan sobre mi mesa y el sol que se unta en la mañana Extiendo un manto blanco sobre ella Dejo cubiertos vacíos, una taza hervida que se diluye Cojo flores en el aire, y las devuelvo El olor de la noche sigue intacto: casi no parece que han batallado los demonios de la casa Cubro las heridas con el manto: las destierro con azúcar y leche ‘El hambre no es de ahora’, pienso y enciendo velas en el día. La luz se arrincona a una columna Y no la veo pasar De pronto… El pan rueda metros sobre el suelo: Se caen los cubiertos, La leche se enciende sobre el manto que yace extendido Se caen: el azúcar, las flores, el vestíbulo también la noche ha caído la mesa, la casa Todo se derrumba.
Luis Martín Cueva (Lima, 1992). Magíster en Estudios Literarios por la Universidad Complutense de Madrid. Obtuvo el primer puesto en los Juegos Florales en la categoría Poesía de la Universidad Ricardo Palma Ha publicado el libro de poemas “Torre inclinada” (URP, 2018). Ha participado en diversos eventos como Festival Caravana de Poesía (Lima-Arequipa 2017), Enero en la palabra (Cusco, 2018), Antifil (Lima, 2018). Actualmente se desempeña como docente universitario e investigador.