una momia
dos palabras
siempre
la misma
muerte.
Cuadro
Ojo contra ojo al desnudo
Pose de términos inacabados
Su nombre, hueco de silencios.
¿Quién no arrebata la historia y omite lo que no puede ser capaz de ver?
No hay dueños para la mirada, bestia de su propia boca
Silencio
Intuyo lo que omite oscuridad.
Su lucha no es la nuestra
Rostro atemporal
Pose desvariada
Hombros salientes
Sentada ante la mirada del mejor postor.
Helene
Pintar la boca cerrada para enfatizar el silencio
fruncir la frente en pensamientos fronterizos
no hay límites cuando el rostro es quien habla.
Quiebre inoportuno,
por poco tiempo poseer es sueño
y aceptar es una dura piedra en el zapato.
Las estaciones decantan el interior
no somos resultado de lo que sentimos
ni de lo que pensamos
pensar en resultado en cuerpo muerto
el aire agua el tiempo
la tierra lo sepulta
y todo se hace eco de la lengua atada
al control.
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En el frontal de tu boca
la lima pierde su aspereza
por tan suave que toques esta piel
el deseo se esfuma en el viaje
mi mente y cuerpo se desmayan ante tu imagen
cierro los ojos y tu figura se mantiene
abro y sos movimiento.
Respiro el olor que invento
beso la piel que erizas
mis manos se convierten en las tuyas
dos cuerpos sin materia se enroscan
el deseo de vernos se hace más presente
el sudor se convierte en un mar de propuestas
ambiguas: seguir con el juego u olvidarlo todo.
No es opción el abandono, no tengo nada que perder
Solo la luz tenue que alcanza mis dedos para seguir
con la aventura propia en mi cuerpo.
Tu cuerpo escurre fantasía
Se corta la respiración
3,2,1
Padezco de vos.
Presa furtiva
No echo fuego a mis andanzas
para presentarme pulcra ante tu nombre
No dejaré huellas en la búsqueda de mi pasado.
Dejo que alistes mis andanzas como cosa que se olvida.
Cuando me tocás
mirás quién soy en ese instante
Olés mi presencia como presa furtiva
Me sentís como esa amante eterna
quien reconoce tus alas,
mis alas
batir el aliento que nos excita.
Cómo cuesta ser libre
con el apego en piel
las manos en reversa
y tu pecho entre mi piel.
Cómo cuesta dejarte ir
al cotidiano sin mí
Cuesta ser libre cuando el sexo
Encarna cada mañana sin alba,
ante tu voz, tu amor,
antes de que todo se diluya.
Planea en mi pecho
una ansiedad tan mía
y sigilosamente tuya
Me sucumbe que no estés.
Cómo cuesta ser libre
si ya hemos probado eso
que nos gusta.
Lourdes Benítez. Nació en Asunción en 1988, escritora y correctora literaria y periodística, se dedica a la encuadernación artesanal. Estudió Ciencias de la Comunicación en la Facultad de Filosofía (UNA) y participó en actividades teatrales y literarias, como el Elenco de Teatro y la Academia Literaria Kavure’i en épocas de univerisida. Actualmente se dedica a la promoción y gestión cultural. Contribuyó en varias antologías poéticas y publicó dos libros de poesía de manera independiente: «SUB» en 2015 e «IMAGENARIO» en 2017. Desde 2014, formó parte del Encuentro Internacional de Escritores Itinerantes (ENIE), un grupo dedicado a promover la escritura literaria en Argentina y organizado en Areguá, Paraguay, por primera y única vez en el año 2018. Algunos de sus escritos fueron adaptados a formato de podcast como producto del taller de producción y traducidos al francés por la editorial cartonera “Sin Licencia”. En Paraguay, organizó y participó en eventos literarios como la Feria de Libro Independiente y Autogestiva (FLIA) y dictó varios talleres de escritura poética y creación literaria. También forma parte de ciclos de talleres en el centro cultural Literaity y participó en iniciativas digitales como Poesía en tu sofá, Movimiento Poético Mundial y Lecturas Itinerantes. Guía en el club de lectura “Las sin sombrero” en el Centro Cultural Juan de Salazar. Recientemente la revista cultural Altura Desprendida (México) publicó tres poemas de su autoría.