Créditos (cortesía de la autora)
¿Puede el ser humano (ser social y comunitario) vivir un par de días sin conectarse a sus redes sociales?
Cuando trata de la vida moderna, no podemos sino hablar de las redes sociales, sus beneficios respecto la conectividad y su ayuda en la innovación en las relaciones interpersonales. Sabemos que las redes sociales actúan como canales que permiten una fluctuación rápida y novedosa en la conexión de las personas. Sin embargo, esta conexión actual es ambigua e inexacta.
Y he ahí donde comienza el problema práctico moderno, ¿por qué si se supone estamos más conectados, hay más personas que refieren sentirse solos? ¿No es paradójico que, en el mundo moderno, los seres sociales se sienten vacíos aun y cuando se encuentren rodeados de estímulos contantes?
Es común escuchar que actualmente la gente experimenta una sensación de vacío o desconexión emocional. Este fenómeno puede estar influenciado por diversos factores sociales, culturales, tecnológicos y psicológicos que caracterizan el mundo moderno. Aunque estamos más conectados digitalmente que nunca, muchos experimentamos una desconexión emocional. Las interacciones en redes sociales y las plataformas digitales suelen ser superficiales, lo que nos deja con una sensación de aislamiento o soledad, a pesar de tener cientos de «amigos» o seguidores.
Las redes sociales presentan versiones idealizadas de la vida de los demás, lo que puede llevar a que las personas se sientan insatisfechas con sus propias vidas. La constante comparación con los logros, la apariencia o el estilo de vida de otros genera una sensación de insuficiencia y vacío, al no alcanzar esas expectativas poco realistas.
La sobrecarga de información y la constante estimulación a través de la tecnología dificultan el espacio para la introspección y la reflexión personal. La mente, siempre ocupada, no tiene el tiempo suficiente para procesar emociones o para explorar el sentido profundo de la vida. Esto puede llevar a un vacío interno, al no haber momentos de conexión consigo mismo.
He aquí donde se hace fundamental El arte de la desconexión, cuyo concepto está cobrando cada vez más relevancia en una era dominada por la hiperconectividad digital. Este concepto innovador refiere a la capacidad de desconectar voluntariamente de las tecnologías, redes sociales y medios electrónicos para encontrar un equilibrio en la vida, recuperar el control del tiempo personal y mejorar el bienestar mental y emocional, que tanta falta nos hace como sociedad.
La capacidad y fuerza de voluntad se hace imperante para alcanzar una desconexión del irrealismo que promueven las plataformas digitales, cuyo propósito se ha alejado de la conexión que promovían en sus inicios. Esta conexión está sobrevalorada.
El arte de la desconexión, si bien es un término simbólico y romantizado, es también una decisión que cada vez más personas están considerando o llevando a cabo para mejorar su bienestar personal, reducir el estrés, y reconectar con su vida offline.
Sin embargo, no es una decisión sencilla. No estamos acostumbrados a la desconexión en la era moderna. Imagínate salir un día completo sin tu celular, se siente un vacío extraño, una sensación de desnudez impropia, una ansiedad, un miedo que incluso tiene nombre propio: nomofobia. Además, el «Fear of Missing Out» o miedo a perderse de algo es un factor clave. Sentir que no estás al tanto de lo que sucede. La dependencia que tenemos del celular, tanto para el trabajo como para la vida personal, hace que su ausencia genere una sensación de vulnerabilidad.
Es por ello, que la desconexión se hace cada vez más importante para quienes padecemos hiperconectividad, lo que incluso afecta nuestra concentración en labores cotidianas. Es recomendable intentar practicar desintoxicaciones digitales de vez en vez, intentando pasar pequeños períodos de tiempo sin el celular. Comenzar con minutos, luego horas, y gradualmente aumentar el tiempo que pasas desconectado.
El arte de la desconexión es entonces más que un concepto, es una invitación urgente a practicarlo, nos ayudará a curar nuestras sensaciones de vacío y agobio constante causado por la sobreestimulación. Nos ayudará a reducir el estrés e incrementar nuestra creatividad y autoestima. Fomentar nuestro autocuidado y bienestar emocional, desde la introspección y el autoconocimiento en un mundo saturado de estímulos externos.
Ya lo dijo nuestro estimado Carl Gustav Jung: «quien mira hacia fuera, sueña. Pero quien mira hacia dentro, despierta».
Camila Soledad Rocco Figueroa, es una abogada, poeta y ensayista empedernida, quien desde temprana edad descubrió el poder del arte en letras; la literatura, la rescato en múltiples oportunidades. Su frase célebre es «vivir la vida amerita poder desconectarse del entorno de vez en vez», eso lo aprendió a duras penas en el camino. Estudio un año de licenciatura en lengua castellana y literatura para cumplir el anhelo de ser escritora; sin embargo, la realidad del mercado la despojó de dicho anhelo, obligándola a modificar el rumbo. Por ello, y sin pensarlo en demasía, ingreso a estudiar derecho. Carrera que no la alejó (tanto) de las letras. Actualmente tiene 31 años, vive en Santiago de Chile, trabaja como abogada en una empresa destacada a nivel mundial y en sus tiempos libres, modera y coordina 3 clubes de lectura y, siempre de la mano de su anhelo (el cual, por sobrevivencia, no ha querido soltar) escribe cuentos cortos, poemas desesperanzados de la realidad moderna y ensayos que nos invitan a reflexionar sobre la actualidad y los miedos materializados de Huxley.
Que bien le hace a la mente y al cuerpo la desconexión total. Hay un libro muy interesante de Osho que se llama «el arte de morir» que retrata mucho el tema de perder y de desconexión. Muy buena nota
Hola, esta bueno tu ensayo. Muy contingente y del todo necesario aprender a desconectarse. Me imagino que debe ser especialmente difícil para quieres nacieron en el boom digital desatado. Guaguas con pantallas como niñeras. Crecieron creyendose la mentira de la conectividad. Entre más tiempo te demores en darte cuenta qué la mayor parte de tu interacción con lo digital de que estas solo frente a una pantalla scrolleando micro historias de lo que sea, peor. Que todo te empuja a la soledad y al individualismo, que te convencieron de que no es necesario el contacto humano. El horror! Para mi que nací análago fue todo un viaje, de la novedad, del sobre consumo de las mismas, y ahora, en parte a la crítica. De llegar a una mesa o a tu cama y que tu pareja le dé más bola a un celular. Hay mucho por hacer. Por despertar, gracias Cami!
Me encantó tu texto, la manera en que lo describes me hizo darme cuenta de lo presente que están las redes sociales en casi todo. Escribes muy lindo.
Incluso ya casi nadie llama por teléfono todo es por cualquier aplicación.
Es un excelente ensayo, llama mucho a reflexionar en qué parte de la vida te encuentras, quieres vivir atado a un celular o prefieres disfrutar el día a día.
Quizás un fin de semana escapar a un bosque o playa y olvidarte de teléfono al menos por esos dos días.
por favor sigue con esto.
saludos
Mucha razón!!! estamos mayormente Online pero desconectados de lo realmente importante. Sería bueno destacar nuestro pasado o años atrás en donde lo simple y la comunicación personal era lo más importante. Sin ir más lejos el apagón que sufrió Chile hace poco permitió sentarnos a la mesa y con una vela mirar nuestros rostros y peregrinar en nuestras miradas… por más apagones y más abrazos…. Topisima HermanaLove
Muy bueno 👏🏼👏🏼👏🏼
Cuánta razón. Estamos tan conectados en la vida cotidiana que no nos damos cuenta de la dependencia que generan nuestros aparatos y redes sociales, que no suplen las necesidades que tenemos pero nos dan una sensación de comodidad y nos generan dopamina. Y es que en nuestra sociedad tan enfocada al consumo y la producción, dónde pasamos mayormente entre casa y trabajo y desconectados de nuestras conexiones sociales, dónde no hay espacios libres donde reunirse con más gente y desarrollar vínculos nuevos, es que las redes sociales llegaron a suplir algo pero no nos satisfacen realmente, ya que sin contacto, no hay verdad. Por eso nos sentimos solos, y nos enviciamos en las redes sociales, buscando esa aceptación y compañía que aunque no sea real, nos genera algo parecido a lo real. Aunque la soledad se mantenga. Y es que es facil así. Cómodo. Por eso necesitamos un tercer espacio, encontrarnos con gente, generar comunidades. Para poder desconectarnos un rato del internet, y conectarnos como personas. Cómo los seres humanos hemos hecho desde siempre.
Gracias por tu ensayo, estuvo genial!
Excelente ensayo !!! 👏🏼👏🏼👏🏼
Hola Cami, qué sensación más agradable de leer este ensayo, te felicito y te envío un gran abrazo
Me considero una persona que no lee bastante y por ende me gusta la precisión en las letras, este ensayo me causo atención, me gusta la expresión de cómo interpreta la actualidad que todos vemos pero que no nos hacemos cargo, nos dio claridad y soluciones, gracias por tu forma de encantar.