Poesía. Santiago Moná

 

Retrato del tacto

 

III

 

Aquí los brazos manos y dedos

confunden a la sangre

acostumbrada a vivir con pereza

dentro de cuerpos distraídos

Es tanto el espectáculo de los dedos

que los vellos se levantan estremecidos

en formación perfecta

y de esa forma aplauden el momento

Los vellos

Estupefactos

 

Pero nada de esto significa

“Se me puso la piel de gallina”

Frase inadmisible

pa’ referirnos a la piel

 

Las gallinas huyen

y hoy la piel no huye

Resiste

Insiste en dejarse visitar

por dedos afilados

y no importa si mañana son recordados

como cuchillos violentos

 

No importa si los dedos

que hoy te acarician

mañana te apuñalan

 

No importa la incertidumbre

Hoy tu cuerpo es hogar del tacto

dedicación mutua de la dicha

violencia dulce

que nos devuelve la paz

 

IV

 

Qué aburrida sería la playa

si las olas de repente

se quedaran quietas

y ya no besaran la arena

y la playa se secara para siempre

 

 

La falta de tacto

divide

 

Los dedos quieren evitarlo

 

Y eligen agarrar

Tocar los

bordes                                                                                                         rincones

orillas                                                 suburbios

visitar cada nomenclatura del cuerpo

 

Las manos

Saborean secretos

que se esconden

en camisetas empapadas que se quitan

en pantalones que se rompen indefensos

y se vuelven sabias

porque ahora las manos

lo saben todo

 

VI

 

Los dedos son óleo

pintura siempre fresca

pa’ garabatear pinceladas

sobre lienzos interminables

como la piel

 

Los dedos comunican

en idioma dactilar

eso que las palabras

no saben traducir

 

No quieren separarse de la sangre

que habitaron

porque luego

esa sangre

termina coagulada

en la memoria

y no hay nada

que logre liberarla

de ese embutido melancólico

 

VII

 

Los dedos

tinta impresa

en los renglones de la piel

donde ahora se lee

la historia del tacto

 

Encuentro de manos

que empujan el suelo

pa’ levantarse de las caídas

y escribir capítulos

con el marcador permanente

de las heridas

 

porque el tiempo no cura nada

hasta que las manos lo masajean

lo tratan

lo enfrentan

 

por eso no estamos

en manos del tiempo

sino que el tiempo está

en nuestras manos

 

 

¿Por qué, mami?

 

Te faltó explicarme algo, mamá.

¿Por qué tantos abrazos?

¿Por qué mis berrinches

no turbaban tu afecto?

¿Por qué pagabas mis antojos infantiles?

¿Por qué configuraste el mundo con fondo rosa

y volviste la vida algodón de azúcar?

¿Por qué ese empeño en custodiar mi sonrisa?

 

Te faltó explicarme algo, mamá

¿Por qué no me abandonaste cuando más te necesité?

¿Por qué los besos en la frente cuando se burlaban de mí?

¿Por qué en vez de marcar la correa en mis piernas

me dejaste en la mejilla tu pintalabios?

¿Por qué me tomaste la mano en los semáforos del camino?

¿Por qué dormiste conmigo en las noches de fantasmas?

¿Por qué diste tu corazón por mis dibujos

cuando nadie dio ni un peso?

¿Por qué me defendiste de profesores

que me calificaron

como si fuera un robot mal hecho?

¿Por qué me enseñaste que el amor y la verdad no son negocios?

¿Por qué me felicitaste por ser quién era?

 

Te faltó explicarme algo, mamá

¿Por qué me acostumbraste a tu mirada benévola

a nuestro mundo

y no me dijiste que el mundo de los grandes

era tan diferente?

¿Por qué, mami?

 

 

¿Qué podría hacer por el mundo?

 

De vez en cuando me pregunto

¿Qué podría hacer por el mundo

mejor que escribir unos buenos versos?

Pero primero debo hacer otras cosas para sobrevivir

¿Hasta cuándo habrá que comer

dormir soñar hablar reír enfermar fingir silenciar llorar?

Hasta cuándo habrá que ser

humano

es mejor voltear el SER

y convertirme en RES

Luego comer pasto

que me maten

que envíen mi cadáver a la carnicería

que el carnicero me descuartice

que mis partes sean pesadas y compradas

que me echen aliños y sal

que me echen al sancocho, al aceite o al carbón

que me echen salsa BBQ si desean

que las familias se reúnan en torno a mí

que me saboreen diversos paladares

y al final los rostros sonrían saciados

tras devorarme hasta chuparse los dedos

 

Entonces me digo:

“¿Ya ves todo lo que podrías hacer por el mundo

si en vez de SER

fueras tan solo

una RES hermosa?

 

Santiago Moná (Apartadó, Antioquia, 2002). Poeta, promotor de lectura y escritura. Asistente al Taller de Escritores Urabá Escribe desde el 2018. Cofundador y director de la Tertulia Literaria Antídoto Lectotertulia. Ha publicado La sangre hecha pedazos, poemario ganador en el Portafolio Departamental de Estímulos 2023 del Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia (ICPA) en la categoría de Jóvenes Poetas. Estudiante de Licenciatura en Humanidades y Lengua Castellana en la Corporación Universitaria Minuto de Dios. Es cofundador del andaísmo, movimiento literario nacido en Apartadó, Antioquia.

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