Ominosa Carcajada
Del ombligo a la tráquea
es la honda distancia
de una carcajada
y de la tráquea a los labios
el megáfono de su proyección
la voz puede volar
a gran velocidad
la sonrisa bien puede
tener un principio y un final
El fin de la sonrisa llegó hoy
en la demolición de ciudades
bombardeos
desde mi sombra
hasta medio oriente
cuando un cohete
dibuja un humeante arcoíris
que aniquila en siniestro
dejando a su paso
solo polvo y sangre
Curioso el misterio que reside
en la sonrisa de las calaveras
espero signifique un anuncio
que al llegar a la tumba
alguien te susurra un buen chiste
nos vendría bien
después de tanta
puta
injusticia
en este mundo desgarrador
La muerte me recuerda
que aún queda vida
y que sobre mi ataúd
espero que mi gente ría
de todo el ridículo que he hecho
hoy por hoy solo espero
que alguien me devuelva la risa
cuando sienta que todo está perdido
Así que por eso hoy me atrevo
y deseo que la carcajada
que arrojo a la hoguera
sea tan rápida
que el dolor no la alcance
sabiendo de antemano
que nací perdedor
río como si se me fuera la vida
porque se me va
y no vuelve
Y de una singular forma
el cielo que nos cubre es el mismo
el sostén de la tierra es igual
todo coexiste junto
solo puedo pedir tiempo suficiente
en esta horrorosa belleza
en esta libertad cruel
porque el derecho a reír
también dignifica
Cristina Pino Castillo. Psicóloga y escritora. Actualmente se desempeña como psicóloga clínica y profesora de talleres que vinculan la psicología a la escritura. A su vez, ha escrito cuentos publicados de forma autogestionada, publicada en antologías de poemas en Santiago y Barcelona.