El faro es el punto ciego del océano seco
I
El faro no imita a la luna
Levita
Indica
Su luz le dedica
Los mares no son los días
son las olas
son las fosas
los corales
la infinidad
Júbilo no es ver la tierra
en altamar
es apreciar su lejanía
Las simpatías del viento no se leen en la vela
Persevera en tu rumbo
el navío
que naufraga
no se desvela
persevera
II
La nueva era
traiciona
no nos encandila la luz
nos golpean las tinieblas
En los encuentros con el otro
no nos despedimos
Los ojos son el equipo
el intérprete
de lo hoy prohibido
fraternizar con la luz
El faro no imita a la luna
La agita
cambia todo
Imagina que Europa
no exista
sea un barco del sol
Egipto tu sarcófago
África algo parecido a dios
Asia un polizón
Oceanía: la tripulación
y América el asilo
el faro no imita a la luna
con o sin ella
sube la marea
por eso
ningún barco
choca al faro
sin tribulaciones
encalla
sería como romper contra la luna
sería un viaje
compartido con los cielos
alunizaje
III
No son peces
y nadan
no son delfines
y se sumergen
nadan
aguantan la respiración
nadan con sus cuerpos de tierra
son anfibios
son la humanización
En las costas del pacífico sur
nadaban
amaban
morían
milenios antes de la invasión
Cenaban pescado
ensombrecían sus semblantes al atardecer
mataban a sus malos líderes
no colonizados
ni ahogados
nadie los había jerarquizado
Siempre al acecho
los libres se esconden
de los que siempre
han dominado
con licencia para esclavizar
Dime donde hay un punto ciego
en el ego
Un punto ciego
en el océano seco
un punto ciego
que se haga fuego
de las cenizas
que observe donde
animan el incendio
IV
El océano no juega
a los dados
los hunde en el calabozo
Cubo demarcado
flota
Ganan todos
flotas
Pierden todos
barquito de chañaral
barquito de carne
Los océanos carecen de fin
eligen sus costas
para existir
Nado
Sin barco
nado de espaldas
nado
Sin canoa
nado
mariposa
nado
Sin yate
nado
de pecho
Sin saber nadar
el océano sabe quién soy
V
Olas rompientes
mar de imágenes
Un sin fin de espuma
Flujos interminables
y no es más que sal
Son el barullo
la mala música
el agudo silbido del domesticado
la música silbante del roquerío
Comen una sopa de colores
con una playa de agua dulce
Come rezándole a la comida
reza
describe lo que ves en voz alta
eres el ingrediente
ajusta el condimento de tu piel
bébete
imágenes sin imaginación
un rezo sin dios
una cena sin pan
un vaso sin licor
un cielo de peces
y el mar lleno de desaparecidos
Miguel Echeverría Madrid (Santiago, Chile 1989). Es escritor, poeta y gestor cultural. Ha publicado poemas en libro “De la calle a las letras” de editorial El Alarido (2010), poemas en «Diagnóstico confirmado» de editorial LER (2021), y es autor del libro El Tata Ñico publicado por Glück ediciones el años 2024. Es co-fundador y editor en Revista Montaje.